El uno a uno del revitalizador triunfo de la Roja en San Carlos
No tuvo trabajo en la primera etapa y lo más exigido que se vio en el primer lapso fue en una jugada con el pie que debió mandar al lateral. A la larga, fue casi un espectador más, hasta el remate que le sacó a Aristeguieta sobre el final.
No logró armar la dupla con Sánchez que lució en los dos goles a Paraguay y pasó algún leve sobresalto con el rápido de Machis. Aportó con su oficio.
En lo suyo. Guapo en cada pelota dividida, generando riesgo en los córners ofensivos. Mandó un voleo por sobre el larguero.
No se nota, pero si Pulgar puso los goles en los tiros de esquina, también fue porque entre el espigado zaguero, junto a Jiménez, Brereton y Vidal se llevan las marcas y dejan los espacios. Tuvo algún lío para controlar lo poco que llegó Ramírez y se cruzó a tiempo en una arremetida de Aristeguieta.
Perdió una pelota que obligó el foul a Peñaranda que dejó fuera a Pulgar por amarillas. No tuvo más problemas, pero tampoco gravitó con sus subidas.
La figura del partido. Aprovechó el imperdonable error en la marca de Martínez para el primer gol y puso el segundo, también de cabeza, tras otro córner escapando a la custodia de Rincón. Quedó a un gol de Vidal en la tabla, pero se pierde el duelo contra Paraguay por tarjetas.
Tuvo el tercero con un remate furioso, pero el poste la mandó fuera. Buen partido hizo. No luce pero cumple. Dio batalla, bajó a Machís, perdió algunas pelotas y robó otras, apoyó con cambios de frente y mandó un cabezazo a las manos de Fariñez.
Comandó el mediocampo bien escoltado por Pulgar. Pura presencia y dominio. Mantuvo el orden, guapeó y también le dieron. Armó la jugada para el remate de Valdés que casi termina en gol.
No jugó como delantero neto; como volante se cargó más por la izquierda sin lograr meter el pase preciso, salvo uno que Brereton no entendió, ni el remate perfecto.
Jugó para el equipo siempre entre los centrales venezolanos, pero de espalda al arco. Su fuerte es con el pórtico al frente. Puso una plancha apenas empezado el partido y tuvo el segundo gol, también en un tiro de esquina.
Notable el gringo. Tuvo una sola carrera con espacio y puso el tercero. Antes del gol, correteó lo de siempre en busca de una oportunidad para clavar. Antes del tanto, solo tuvo un remate al segundo palo. El estadio le cantó. Se fue ovacionado.
Entró por Jiménez para reordenar y dar aire al ataque. Brereton se fue al centro y Sánchez, por primera vez, al sector derecho. “Takeshi” envió el pase a “Big Ben” para el tercero.
Ingresó por Pulgar para que el volante saliera entre aplausos.
Al igual que Baeza, jugó los últimos minutos para mantener el control del mediocampo.
Apoyó los últimos minutos para sumarse a los abrazos.