Que el puesto de arquero es el más ingrato, nadie lo discute. Y este jueves, en el Arena Pantanal de Cuiabá, Carlos Lampe volvió a confirmar una histórica frase futbolera.

El arquero de Bolivia ofreció contenciones brillantes: grandes reflejos a un remate de Edinson Cavani, tremenda agilidad para desviar un latigazo de Rodrigo Bentancur y prestancia y rapidez al momento de contener un lanzamiento desde la mitad de la cancha de Luis Suárez.

Pero, dicho está, ser arquero no es fácil.

Lampe demostró sus cualidades ante delanteros de talla mundial, pero no pudo cuando Jairo Quinteros desvió contra su portería un centro de Giorgian de Arrascaeta. Ahí, el meta no tuvo reacción y terminó dejando la pelota en su propia puerta.

Con el marcador en contra, Bolivia dejó la timidez de los primeros momentos. Al tanto de que una nueva derrota, la tercera en tres partidos, prácticamente la borraba del torneo, adelantó un poco sus líneas y algo de susto causó. Fernando Muslera, de hecho, no quiso ser menos que Lampe y mandó al tiro de rincón un potente disparo de Ramiro Vaca.

El problema es que la escuadra de César Farías se animó poco, los cambios no dieron resultado y se fue quedando sin piernas. Uruguay, otra vez, volvió a tomar el dominio y a visitar al inexpugnable Lampe. Pero Cavani, que ya se había perdido varias, no falló al centro de Facundo Torres y cerró el cuento.

Uruguay ya está asegurado entre los ocho mejores y Bolivia ya prepara el regreso a casa: está eliminada aunque todavía le queda un partido más.

Había felicidad en la plantilla celeste: después de un empate (ante Chile) y una derrota (Argentina), los charrúas ganaron por primera vez en el torneo. “Una de las claves era seguir tratando de mejorar cada vez más, dejando todo, con la misma intensidad de los otros partidos, pero teniendo más tranquilidad y más juego para llegar al otro arco. Desde el primer minuto ante Bolivia fue lo que hicimos; fuimos justos ganadores. Esperamos seguir mejorando para lo que viene”, analizó Edinson Cavani.

El autor de la segunda conquista habló de su situación personal. “Hacer goles para los atacantes siempre es importante; da tranquilidad y confianza. Pero lo que cuenta es dar todo para la selección. Lo que cuenta es ganar y seguir adelante. Hay momentos en que no se anota y otros en que el arco se abre, pero lo importante es mantener la confianza. Seguiremos dando batalla”, reflexionó.

Nahitán Nández, uno de los buenos valores de Uruguay, porque aparecía por sorpresa desde su función de lateral derecho, declaró que “el objetivo era ganar y llegar a jugar con Paraguay más tranquilo. ¿Si somos candidatos? Uruguay siempre va de menos a más, hoy dimos el primer paso”.

Giorgian de Arrascaeta estaba satisfecho por haber cumplido el primer objetivo: superar la fase de grupos. “Era fundamental ganar. Nos creamos muchas situaciones, erramos algunas claras… Por querer terminar rápido la jugada finiquitábamos muy rápido, pero lo importante es generarse situaciones. Esta victoria nos da fuerzas; el equipo de a poco se va sintiendo más sólido”, expresó.