“Benjamín está tranquilo, esperando que esto se arregle. Sabemos que está recién empezando, pero acá tiene que haber voluntad de ambas partes para encontrar una solución. Dejarlo fuera del partido contra Melipilla por no firmar una extensión del contrato, no corresponde, son prácticas arcaicas, que no aportan en nada”. Pablo Galdames es directo ante la situación que vive su hijo Benjamín en Unión Española.

La orden de Jorge Segovia, dueño del club, de apearlo del duelo ante los “Potros”, molestó a los Galdames, pero con el correr de los días las cosas se han ido allanando, como cuenta. “Hable con Luis Baquedano (gerente general de los hispanos) y quedó de enviarnos una propuesta concreta, con cifras definidas para que la estudiemos. ‘Benja’ tiene contrato hasta diciembre de este año y Unión quiere extenderlo por dos más, hasta fines de 2023. Queremos renovar, pero en condiciones que lo favorezcan, gratis no va a jugar... Claramente esto que pasó no fue una decisión técnica, fue un arma de presión de los dirigentes para que 'Benja' acceda a firmar lo que le impongan”, agrega.

“Se dieron cuenta de que Benjamín terminaba en diciembre y buscaron apurar este asunto de una forma que no fue grata para nadie. El jueves fui a la oficina de Baquedano y quedamos de hablar esta semana. Ese mismo día me pidió que le mandara un correo ratificando nuestro interés en extender el contrato y así lo hice. Lamentablemente al día siguiente le dicen a Benjamín que si no firma la extensión, no juega. Nos sorprendió a todos, pero esperemos llegar a un acuerdo”.

“Baquedano quedó de enviar la propuesta, porque hasta ahora no se ha hablado de plata. Si arregla tendrá que ser en condiciones que lo favorezcan, gratis no puede jugar. Hoy tiene 20 años y no va a jugar hasta los 22 por un sandwich y una Coca. Actualmente tiene contrato como juvenil y gana el mínimo”.

En el Sifup siguen atentos la situación que vive Benjamín Galdames. “Lo que está pasando con ‘Benja’ no es nuevo, es algo que se arrastra hace años. Es una práctica antigua, mala clase, pero que lamentablemente se encubre y aunque todos sepamos que es una medida de presión para hacerlo firmar, que hay una orden manifiesta hacia el técnico de sacarlo del equipo, basta que el club diga que su exclusión es una decisión técnica y no se puede hacer más. Por eso mismo, hemos presentado varias modificaciones para evitar este tipo de injusticias, pero lamentablemente los que votan y aprueban o no una modificación al reglamento son los mismos dueños de los clubes”, dice Gamadiel García, presidente del sindicato de futbolistas.

“El trabajo es un derecho, algo que opera en cualquier otro ámbito, pero en el fútbol muchas veces no corre, se transgreden muchas cosas que perjudican a los jugadores. No hay una regulación profunda en temas como lo que está viviendo Galdames”, cierra García.