Terminado el partido en el Allianz Arena de Munich, Kylian Mbappé cojeaba como aquellos crack que han cumplido su tarea (“no es nada” diría luego), mientras el alemán Joshua Kimmich, encolerizado, se iba raudo al túnel fustigando a Thomas Müller por las tareas que dejaron de hacer. Alfhonso Davies, menos grave, le pedía la camiseta a Neymar. Postales de un mazazo poco habitual en el fútbol actual: el Bayern derrotado en una instancia crucial, a la espera de la revancha en París por un cupo en la semifinal de la Champions League.

Mbappé parece acelerar en las jornadas más bravas. Fue indescifrable para la defensa germana, que antes de terminar el primer tiempo ya había cambiado a tres jugadores de un bloque de cuatro, buscando reducir los metros de maniobra del exMonaco. La línea inicial de Pavard-Süle-Alaba-Hernández se transformó en Pavard-Boateng-Hernández-Davies, casi como un manotazo de ahogado del afligido técnico Hans-Dieter Flick.

Pero eso no detuvo a la joya gala, que primero ridiculizó al casi siempre perfecto Manuel Neuer con un derechazo que se escabulló entre las piernas del portero en el 1-0 (3’) y luego timbró el 3-2 con una contraataque que definió con clase al primer poste (68’), tras abanicarse con la marca del incauto Boateng, el mismo que sufrió alguna vez un desaire similar con Lionel Messi desde el perfil opuesto.

“Fue una gran actuación colectiva y me beneficio de eso. Solo estamos en el medio tiempo de la llave, es verdad que sufrimos, pero fuimos sólidos y lastimamos con nuestras fortalezas. Como dije después del Barcelona, me gustan este tipo de partidos, no estoy aquí para esconderme. La vuelta será dura, esta es la vida diaria de la Champions, en la que solo hay grandes equipos”, sostuvo Mbappé, que llegó a ocho tantos en el certamen, seis de los cuales los sumó en fases de eliminación directa (al equipo blaugrana le marcó cuatro).

Mauricio Pochettino, que en la Champions anterior al frente del Tottenham fue humillado por el mismo Bayern al caer 7-2 en Londres resultado que luego precipitó su despido, recurrió al manual y tuvo fortuna. Mucha a ratos. Rodeó a Mbappé con Neymar, Di María y Draxler, y plantó un cuadrado (Marquinhos-Kimbembe-Gueye-Danilo) cerca de su área para neutralizar el robusto juego interior del campeón. El resto lo hizo el inspirado Keylor Navas, que sacó a lo menos nueve pelotas de gol en el resumen. Solo fue vencido por un cabezazo de Choupo-Moting (37’) y Müller (60’).

Rodrigo Kenton, exseleccionador costarricense que promovió el debut de Navas en el seleccionado centroamericano, dice: “La pelota que sacó Keylor a los 19’ (cabezazo a Goretzka) no la saca otro meta. A quemarropa él es imbatible, no hay otro mejor en el mundo, tiene una velocidad corta de desplazamiento notable, debe ser el meta más rápido y ágil ahí con el remate encima. Lo de Mbappé sorprende, porque hace todo bien, la forma cómo impacta el balón y pone el pie de apoyo cuando remata es para dar una lección a los niños. Creo que si PSG pasa esta llave está para ganar la Champions, el Bayern me parecía un escollo imposible, hasta ahora”, explica a “El Mercurio” el exintegrante del Grupo Estudios Técnicos de FIFA.

“Tengo una sensación de enorme sacrificio después de ganar al mejor equipo de Europa”, respiró aliviado el trasandino Pochettino, que espera recuperar al capitán Marquinhos, lesionado a la media hora tras convertir el 2-0 parcial asistido por Neymar (28’).

¿Se cae el Bayern? Pagó sus distracciones defensivas, pero como siempre generó mucho volumen ofensivo, con el inescrutable Müller como ‘doble nueve’, Sané y Coman fijando por fuera, y todo el resto taladrando pasillos internos. El 61% de posesión y una docena de remates al arco, contra cuatro de los parisinos, delatan el trámite ingrato. Kimmich, con 81 pases correctos, fue el combustible de una búsqueda a ratos frenética. “El técnico me ordenó que junto a ‘Ney’ le cerráramos las líneas de pase a Kimmich”, confesó Mbappé, demostrando el artillero que no todo puede hacerlo bien.

En el otro encuentro de cuartos de final, el Chelsea dio un paso gigante para avanzar a la ronda de los cuatro mejores de la Champions luego de su cómodo triunfo por 2-0 sobre Porto, que por las restricciones de vuelos en Europa a causa de la pandemia, se vio forzado a recibir a los británicos en Sevilla (España).

Los londinenses se impusieron gracias a los goles de Mason Mount (32’) y de Benjamin Chilwell (85’) tras un grueso error de la zaga portuguesa. La revancha en la capital inglesa es el 13 de abril.