Santiago de Chile.   Jue 25-04-2024
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Terremoto en el fútbol chileno, con epicentro en la Segunda División Profesional

La decisión del Consejo de Presidentes de no otorgar ningún ascenso directo desde esa categoría a la Primera B desató una rebelión en masa de los clubes de la tercera división, impulsada incluso por Arturo Vidal, propietario del Rodelindo Román: “Asegurados, cobardes, una vergüenza”, escribió el mediocampista en contra de los directivos. Mientras los equipos de la serie amenazan con no jugar el campeonato 2021, el sindicato de futbolistas convocó a una asamblea sin descartar una paralización, lo que afectaría los partidos coperos de la U y Unión, y también el microciclo de la Roja.
Foto: David Alarcón
Héctor Opazo M.03 de marzo, 2021
Hasta Arturo Vidal entró en la discusión luego de que el Consejo de Presidentes de la ANFP aprobara las bases de los torneos de la temporada, en las que determinó que no habrá un ascenso directo para la Segunda División Profesional (tercera categoría), y que el monarca tendrá que disputar una promoción contra el penúltimo de la Primera B para subir. Es decir, la asociación fijó solo media plaza de ascenso para esa serie.

“Asegurados, cobardes, preocupados de sus bolsillos y dañando a los demás, una vergüenza”, disparó Vidal, propietario del recién ascendido Rodelindo Román, en sus redes sociales en contra de los directivos de los 27 equipos (de un total de 33) que votaron a favor de la medida. Solamente la rechazaron Universidad Católica, Palestino, La Serena, Melipilla, Lautaro y San Marcos de Arica.
Con idéntica molestia a la del mediocampista del Inter de Milán reaccionaron los demás presidentes de la Segunda, quienes incluso amenazan con boicotear el campeonato 2021.

“Creo hablar por los 12 clubes al decir que no vamos a jugar. No en estas condiciones. Y si nos obligan con la amenaza de sanciones de la FIFA o algo así, vamos a presentar juveniles. No podemos contratar jugadores, técnicos ni kinesiólogos si no vamos a subir. Imagine: la promoción será entre un equipo con una planilla de 80 millones, con cinco extranjeros y sin límite de edad contra otro de 15 millones, dos extranjeros y sub 25. Es como hacer pelear un boxeador minimosca con uno pesado”, ejemplifica Jorge Salazar, timonel de Colchagua, uno de los “grandes” de esa categoría.

Los equipos anunciaron, asimismo, que no contratarán jugadores ni entrenadores hasta que se resuelva la crisis. “El contrato con los jugadores quedó congelado, al igual que con el técnico Francisco Arrué. También el pago del arriendo de los departamentos y la pensión para quienes vienen de afuera. Ya les dijimos a los dueños que pueden disponer de ellos. No podemos pagar lo mismo que en años anteriores si no hay premio, porque, insisto, subir es imposible”, reitera Salazar.

El problema es que debido al desfase por el estallido social de 2019, habrá un equipo más en Primera B, por lo que la otra opción es determinar dos descensos de esa categoría a la tercera, lo que representaría una pérdida de $1.200 millones por año para los dos equipos.

SIFUP SE MOVILIZA


El Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) respondió de inmediato y abrió unnuevo foco de conflicto con Quilín tras convocar a una asamblea de socios para el lunes 8 de marzo con el fin de determinar los pasos a seguir para defender a los afiliados en peligro de perder sus puestos de trabajo.

“Es una decisión aberrante, que atenta contra los valores del deporte. Esto ni siquiera es por capricho o ver quién es más fuerte. Esto es injusticia, inequidad, un absurdo por donde se le mire. Al no existir competencia, se rompe la lógica deportiva. Los clubes no van a participar. Y si lo hacen, no contratarían a nadie. Eso significa 350 cesantes”, advierte Gamadiel García, presidente del gremio de los futbolistas.

El organismo no descartó que se apruebe un llamado a huelga, que pondría en aprietos a Universidad de Chile y a Unión Española: la próxima semana juegan Copa Libertadores; y también a los futbolistas convocados por Martín Lasarte para losl microciclos de la Roja en Pinto Durán.

“No descartamos nada, pero es una decisión de los delegados y capitanes frente a esta maniobra aberrante, que ha sido transversalmente criticada”, insistió García.

—Un paro en esta época tiene menos impacto porque no hay torneo local. ¿Se puede pensar en afectar la Copa Libertadores?

“Eso sería pronunciarse mirando la calculadora. Veámoslo al revés, el Consejo tiene tiempo para revertir algo que a todas luces ha sido muy injusto. Sobre la Libertadores, es uno de los puntos para conversar el próximo lunes”.

Héctor Opazo M.

es coordinador de Deportes El Mercurio. Periodista de la Universidad de Chile, participó en la cobertura de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los JJ.OO. de Río 2016, entre otros eventos.

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