La sensación de que los técnicos extranjeros acorralan cada vez con más fuerza a los nacionales tiene un matiz estadístico contrario en la realidad, porque desde que se retomaron los torneos largos en 2018, por primera vez la Primera División se iniciará con cierto equilibrio en las plazas de trabajo: ocho nacionales y nueve foráneos fueron confirmados para competir en el campeonato 2021, mientras que el año pasado la torta se repartió en ocho y diez (considerando al naturalizado Hernán Caputto como chileno), siete y nueve en 2019 y seis y diez hace tres años.

“Creo que a los chilenos les va a ir bien, eso quiero al menos. Los veo más abiertos a nuevos esquemas, a la estrategia, no a cerrarse a lo que ofrece el fútbol moderno, saber leer lo que pide el contexto. El otro día miraba al Chelsea con el United y se jugaba en 25 o 30 metros, así es ahora. Ronald Fuentes hizo cosas muy buenas el torneo pasado y espero que siga, Jorge Pellicer está armando un equipo a su medida, (Juan José) Ribera es inquieto, estudioso. Incluso los que ascendieron aportan, porque Jaime García aprendió de ‘Lucho’ Musrri, le da mucho énfasis al grupo, él decía en Ñublense que tenía puros ‘gueones locos’, mucho jugador picado y les sacó gran rendimiento; John Armijo tiene la vivencia de preparador físico y todos los PF quieren ser entrenador, está muy preparado”, dice Mauricio Pozo, exseleccionado.

“Lo hecho por el ‘Coto’ Sierra es Palestino es lo que más llena, porque logró expresar muy bien lo que era él como jugador. Él junto a Pellicer y Fuentes, con sus matices, representan el fútbol bien jugado, protagonismo. Después de una década en el INAF ya se ven cambios, porque hoy tenemos entrenadores con mayor nivel de conceptualización. Después necesitan un proceso de entrenamiento que les permita operacionalizar su idea de juego. Se extrañará a Miguel Ramírez en Primera, un desperdicio que no esté, porque representa esos rasgos futbolísticos de pasar por arriba al rival, que por idiosincrasia le gusta al chileno, lo que tenían Bielsa y Sampaoli”, observa George Biehl, docente del INAF.

Una década después de su partida de Chile, el embrujo de Bielsa sigue teniendo cultores confesos: Juan José Luvera –confirmado en Huachipato- habla maravillas de las ideas del “Loco”, mientras Unión La Calera se la juega por Luca Marcogiuseppe, que colaboró con el rosarino en el Athletic Bilbao. “Fue el cuarto o quinto auxiliar de Bielsa, le debe todo a él, Luca viene de muy abajo, se trata de una persona muy trabajadora, no tengo más que decir”, detalla Claudio Vivas. Con 41 años, el nuevo coach cementero también fue asistente de Ricardo Lavolpe y Leonardo Madelón, y viene de dirigir a Real Pilar, de la Primera C trasandina, una especie de cuarta división.

Entre las mayores novedades aparece Gustavo Poyet, exseleccionado uruguayo que despuntó como jugador en Zaragoza y Chelsea y que como técnico dirigió en la Premier League (Sunderland), España (Betis) y Francia (Girondins), entre otros. “El balón es sagrado, pero no me fijo en los porcentajes de posesión, quiero controlar la pelota para atacar”, ha esbozado el nuevo técnico de U. Católica respecto a su credo.

“Desde su época de futbolista, Poyet iba un paso adelantado, muy inteligente, jugando ya tenía esa visión europea, de un volante que pasaba la pelota pero que llegaba al área para terminar la jugada, de temible juego aéreo”, dice Claudio Arbiza, su excompañero en el seleccionado charrúa.

“Hay formas de jugar interesantes, lo que hizo Miguel Ponce en La Serena, la propuesta de Sierra en Palestino, deben ser de lo mejor, los que más puntos hicieron en la segunda rueda. Lo que va a proponer el ‘Coto’ Ribera en Antofagasta, él es inquieto (…) Ramírez dejó una base en Wanderers y Fuentes la debería aprovechar. Lo que atenta contra las propuestas más potentes es la inestabilidad, ningún proyecto se termina, el torneo pasado apenas Gustavo Huerta se mantuvo en el puesto. Conozco a parte del cuerpo técnico de Melipilla y son ultra estudiosos, se sabe que el que no jugó se valida con conocimiento y mucho estudio. Poyet también debe ser un aporte, es educado y él sí dirigió en la alta competencia”, esboza César Santis, exvolante de Espanyol.

Siete argentinos (Roberto Sensini, Pablo Sánchez, Gustavo Quinteros, Dalcio Giovagnoli, Martín Palermo, Marcogiuseppe y Luvera), un uruguayo (Poyet) y un venezolano (Rafael Dudamel) conforman la armada foránea y el rango etario va desde los 38 (Luvera) a los 63 años (Huerta), con un promedio de 49 años para los 17 entrenadores.

La vivencia de campeón en Chile la ostentan cuatro técnicos: Pellicer (U. Católica y Huachipato), Sierra (U. Española y Colo Colo), Giovagnoli (Cobresal) y Quinteros (U. Católica), mientras que tres anotan mando de selecciones en su derrotero: Giovagnoli (Bolivia), Quinteros (Bolivia y Ecuador) y Dudamel (Venezuela). ¿Quiénes jugaron en Europa? Sierra, Sensini, ‘Vitamina’ Sánchez, Palermo y Poyet.