No hay caso con el modelo 2020 de Colo Colo: siempre pasa algo. Y normalmente es peor.

Si bien el equipo de Gustavo Quinteros enseñó un mejor juego que en partidos anteriores y tuvo mayor resistencia física para guapearle a Everton en Viña, el Cacique sigue sumando infortunios.

El 1-1 en Sausalito tuvo una directa consecuencia numérica: Colo Colo completó ocho jornadas sin ganar (cuatro empates y cuatro derrotas) y continúa en el penúltimo casillero de las clasificación.

Futbolísticamente, está enunciado, el equipo tiene más protagonismo y Gabriel Costa eleva su nivel paulatinamente, por ejemplo. Pero por otro lado, desnuda vicios que se han repetido incansablemente durante toda su temporada: en el tanto de Everton, el goleador Walter González no tenía vigilancia, pues Óscar Opazo y Marcos Bolados solo miraron como el delantero se elevó y cabeceó sin oposición. Hasta en los entrenamientos viñamarinos lo marcan más.

Justamente, Bolados fue protagonista del “siempre pasa algo” en este Colo Colo versión 2020. El escurridizo atacante metió el 1-1 con un angulado zurdazo que anuló la estirada de Johnny Herrera. Pero como además parece que Colo Colo contrajo matrimonio con el infortunio, un minuto después de su conquista, el atacante salió lesionado por un dolor en la rodilla derecha. A la espera del diagnóstico definitivo, se especulaba que Bolados padece una distensión de ligamento medial en esa articulación, lo que lo mantendría algunas semanas en el dique seco.

El delantero abandonó la cancha del Sausalito entre lágrimas, luciendo una férula y dejando al Cacique sin el jugador más destacado de su inolvidable, por lo espantosa, temporada 2020.

El nuevo técnico de Colo Colo sigue sin celebrar una victoria en el equipo albo. Su bitácora apunta dos empates (ante Coquimbo Unido y Everton) y dos derrotas (frente a Unión Española y Jorge Wilstermann, este último por la Copa Libertadores).

“Todavía no estamos mejor preparados que los rivales… Hay momentos que jugamos bien, pero tenemos que sostenerlo”, fue su primer análisis de lo que sucedió en la Quinta Región. “Cuando estemos al 100 por ciento, el equipo va a sacar puntos por el buen juego. Estamos logrando repetir la defensa y los volantes, estamos aguantando más la intensidad”, observó.

Quinteros asume que el hincha está preocupado: “Hace mucho tiempo, pero llegué recién y me encontré con muchos inconvenientes. No tengo duda de que me van a dar la oportunidad de trabajar y formar un equipo competitivo. El fútbol no es entrar y hacer magia de un día para otro. El fútbol es un proceso de preparación y entrenamientos para poder plasmar una idea de juego. Y es necesario tener a todos los jugadores a disposición”.

Sobre los conflictos entre dirigentes y jugadores, a propósito de lo sucedido con Matías Zaldivia, el DT fue claro: “La única manera de salir de esta situación es estando todos juntos y unidos. Si sigue habiendo conflictos entre jugadores y dirigentes será difícil”.