Todo el mundo del ciclismo está conmocionado por el caso de Egan Bernal, quien sufrió un grave accidente mientras entrenaba junto a parte del equipo Ineos cerca de Bogotá.

Bernal, de 25 años y único pedalero sudamericano en ganar el Tour de Francia, practicaba para la contrarreloj cuando se estrelló con un bus que frenó para recoger pasajeros en la ruta que une Bogotá con Tunja y sufrió múltiples fracturas, daño pulmonar y una hernia discal por trauma, por lo que ya ha sido sometido a una serie de operaciones para estabilizar su estado.

“Se considera un trauma de alta energía, porque se produjo a una velocidad superior a los 40 kilómetros por hora. Además, se involucran más de dos sistemas del organismo que pueden generar compromiso vital”, expone el traumatólogo de la Clínica Meds Alejandro Opazo, también miembro de la comisión médica de Panam Sports.

Bernal sufrió la rotura del pulmón con pérdida de sangre y aire, fractura de dos vértebras a la altura del tórax (T5 y T6) que provocó que el disco que amortigua la separación entre las vértebras se saliera de su posición; también se quebró el fémur en varias partes, además de fracturas en ambas rótulas con el hueso expuesto.

“Son todas lesiones muy graves, pero por suerte no tuvo daño neurológico, porque con el tipo de lesión que tuvo un mal movimiento pudo dejarlo parapléjico”, dice el facultativo.

El informe médico de la Clínica de la Sabana asegura que todas las operaciones a las que fue sometido fueron un éxito y que las próximas 72 horas serán clave para su futuro.

“Cuando se trata de traumatismos graves, lo primero de lo que hay que preocuparse es de la vida, luego de la preservación de los órganos, más tarde mantener la funcionalidad y al final es lo estético. Hubo que drenar el aire y la sangre de los pulmones para poder operar sin riesgo, luego se le realizó osteosíntesis, vale decir, se unieron los fragmentos rotos de hueso, más aseo quirúrgico para evitar infecciones, sobre todo en la rodilla, donde estaba la fractura expuesta”, relata el doctor Opazo.

En cuanto a la recuperación, si bien las versiones más optimistas esperan que en seis meses pueda volver a pedalear, lo cierto es que el camino de la rehabilitación puede ser bastante largo para volver a convertirse en una figura mundial.

“Si me preguntas si va a volver a la alta competencia, te digo que por ahora no importa. Probablemente sí, pero hay que ir paso a paso. Cuando ya se ha salvado la vida y la funcionalidad de los órganos, recién ahí empiezas a planificar la rehabilitación, que requiere un importante apoyo multidisciplinario: traumatólogo, kinesiólogo, nutriólogo, psicólogo, etcétera…”, enseña el traumatólogo de Meds.

“Lo primero es recuperar la marcha, que será muy complejo por la lesión de las dos rodillas y el fémur. El pulmón se recupera rápido, la columna ya está estabilizada, así que ahora hay que enfocarse en que vuelva a caminar, y aunque los deportistas avanzan mucho más rápido en la recuperación, quizás en cuatro meses recién se pueda pensar en el reintegro progresivo a la actividad deportiva”, sentencia el doctor Opazo.