"Dado que la temporada se desarrolló en circunstancias tan complejas, en el período más difícil de la pandemia, bajo toda clase de restricciones, creo que corresponde calificarla de extraordinariamente positiva”, dice Juan Enrique Ortúzar, presidente del Comité de Cítricos de la Asociación de Exportadores.
Así, la temporada concluyó con un 11,4% más de volúmenes exportados, respecto a la temporada anterior, superando las 371.000 toneladas. En el caso de los limones, el crecimiento fue 6% mayor que en 2019, que ya había sido récord. En clementinas el aumento fue solo de 3%, con casi 52.000 ton, pero en mandarinas el salto fue de 43% hasta llegar al récord histórico de 133.500 toneladas. Solo la naranja cayó en un 10% en volúmenes exportados, aunque los precios fueron casi un 30% promedio más altos.
Ortúzar atribuye el buen resultado general a la gran demanda por productos saludables, ricos en vitamina C, que estimuló fuertemente el consumo en medio de la pandemia del covid-19. “La gente buscó con especial preferencia alimentos saludables para mejorar la respuesta inmune y el público americano percibe los cítricos entre las frutas más saludables”, destaca.
Para el presidente del Comité de Cítricos Estados Unidos, por lejos el principal mercado, se comportó “bastante bien”.
“En limones hubo mucho temor, porque el segmento de mercado institucional —food service — se desplomó en medio de la pandemia, debido al cierre de restaurantes, hoteles y oficinas. Afortunadamente, la demanda a nivel de supermercados y minoristas aumentó mucho y permitió compensar buena parte del consumo desde un momento de la temporada… En naranjas, el crecimiento de la demanda fue muy importante y, desafortunadamente, nuestra oferta exportable fue menor. En clementinas y mandarinas, el consumo también tuvo un aumento importante, pero el crecimiento de la oferta de Chile, Perú, Uruguay y Sudáfrica generó presión sobre los precios”, agrega.
Ganan las naranjas
Para Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut, los grandes ganadores de esta temporada son los productores de naranjas.
“Hubo precios impactantemente mayores, estamos hablando de promedios 30% más altos, dependiendo del momento. Incluso hubo ocasiones en que la diferencia fue de más de 50% respecto del año pasado”, destaca.
Entre las semanas 27 y 40, los precios de las naranjas tipo navel chilenas fluctuaron entre US$ 20,81 y US$ 28,35 la caja, con un promedio de US$ 23,59. La oferta nacional tuvo aumentos consecutivos de valor a partir de la semana 32 en adelante, destaca el reporte de mercado de Decofrut.
Las razones estarían en la gran demanda, generada en parte por la pandemia, y también por el menor volumen producido.
Analistas y exportadores destacan que las clementinas precoces y mandarinas también recibieron al comienzo de la temporada precios entre 4 y 5 dólares más por caja, respecto de la temporada anterior, aunque después, en el caso de las mandarinas y sobre todo en los calibres más pequeños, tuvieron una baja, en parte por al gran aumento en el volumen exportado.
Las clementinas chilenas fluctuaron entre US$ 28,03 y US$ 35,21por caja, con un promedio para la temporada de US$ 30,86, respecto del año anterior, promediaron alzas de 4%, destaca el reporte de Decofrut. “Efectivamente, los resultados fueron más consistentes que el año pasado, que ya había sido bueno”, subraya Juan Enrique Prohens, gerente general de Provalle Agro, empresa productora y exportadora de clementinas tempranas.
Prohens destaca que, si bien hasta ahora se asociaba a las clementinas como un snack saludable para los niños en la escuela, la demanda no decayó pese a que, por el covid, muchos colegios no abrieron.
“Eso nos deja tranquilos porque no solamente están consideradas como un buen snack, sino que están arraigadas en la canasta básica de los consumidores norteamericanos”, dice.
Luz de alerta
Según Decofrut, entre la semana 32 y 40 estas frutas se cotizaron entre US$ 25,57 y US$ 27,46 la caja, con un promedio de US$ 26,56. En toda la temporada chilena los valores fueron menores a 2019, con un promedio de -15%.
“La explicación, a mi juicio, es que en septiembre, el mes más duro, se concentró el mayor volumen, principalmente de las variedades w-murcot y tango, con cantidades superiores en 20% a 30% que en las mismas semanas del año pasado. Era fruta sin problemas de calidad, por lo que ese mayor volumen se tradujo en precios menores”, recalca Alcaíno.
Para el experto es preocupante la situación. “Se ha plantado mucho wmurcot y tango; el mercado ha golpeado a los calibres más pequeños y la mandarina es más pequeña que la clementina. En consecuencia, hay un tema complicado a futuro”.
Cree que podría ser atractivo para los exportadores trabajar con un par de compañías norteamericanas que han creado sus propias marcas, con estándares de calidad superiores y que obtienen precios mucho mayores. Se trata de Cuties, que maneja la compañía Sun Pacific, y Halos, de Wonderful Citrus. “Ellas, además, hacen campañas de promoción fantásticas, logrando precios consistentemente mayores”, destaca.
Para el presidente del Comité de Cítricos, Juan Enrique Ortúzar, el crecimiento de los próximos años estará centrado en clementinas y mandarinas, y moderado en limones.
“El crecimiento de la mandarina en EE.UU. tiene un límite; no podemos seguir plantando y pensando solo en ese mercado, porque ya hay una fuerte competencia con otros países del hemisferio sur y porque el consumo semanal tiene un límite a los niveles de precio a los que nos hemos acostumbrado”, señala.
Agrega que “la apuesta por la calidad va a ser más importante aún para entrar en los mejores programas comerciales tanto en EE.UU. como en China o en otros mercados”.
Bien China
Este primer año de apertura del mercado chino fue de bajos volúmenes, pero “en general, la experiencia fue positiva. Las empresas hicieron su mejor esfuerzo por enviar un producto de calidad y recibieron la retroalimentación de sus clientes…. de acuerdo con la encuesta que realizó el comité en su campaña de promoción, los compradores valoraron el buen sabor y frescura del cítrico chileno, aunque también hicieron sus recomendaciones de los atributos que ellos esperan en cada categoría”, agrega Juan Enrique Ortúzar.