Con la llegada del verano y las altas temperaturas, los huertos de nogales se ven más expuestos a sufrir los efectos del golpe de sol, una afección que se relaciona con la alta irradiación solar que reciben los frutos y otros órganos de la planta y que puede generar cuantiosos daños económicos para los productores.
“En el peor de los casos el golpe de sol puede dejar inutilizable la fruta, impidiendo que sea comercializada. Es decir, es una pérdida total que significa un gran perjuicio económico”, afirma Jean Paul Joublan, asesor experto en frutos secos.
A raíz del cambio climático, este problema se está haciendo cada vez más común en las distintas zonas productivas, y si bien es difícil de evitar en su totalidad, puede ser controlado realizando un correcto manejo del follaje en el árbol y del riego, y utilizando herramientas anexas como bloqueadores solares y mallas.
El follaje y el riego
Según los expertos, la forma más efectiva y barata para evitar los daños provocados por el golpe de sol es propiciar que los árboles cuenten con un follaje robusto, con hojas grandes, que les entreguen protección a todos los frutos, especialmente en los meses de más calor (Ver recuadro “Factores que generan daño en la fruta”).
Para lograrlo es fundamental realizar un adecuado manejo del riego en el huerto a lo largo de toda la temporada.
“En la medida que el árbol sea regado en su justa medida, es decir, ni más ni menos de lo necesario, mostrará una adecuada cobertura foliar y evitará que se produzca un estrés hídrico, lo que también influirá en que los frutos se vean más expuestos a sufrir daños por golpe de sol”, explica Jean Paul Joublan.
Un buen manejo de riego permitirá, además, que el fruto se desarrolle de forma correcta.
“Naturalmente, cuando la planta es sometida a riego, el pelón que recubre al fruto se expande y se contrae. Sin embargo, cuando esta no es regada, lo normal es que el pelón solo se contraiga y, con ello, pierda grosor. De esta forma queda más expuesto al golpe de sol”, afirmó Giovanni Lobos, investigador del INIA Intihuasi, durante el webinar “Efectos del golpe de sol en nogales y medidas de mitigación”, organizado por el INIA.
Por lo mismo, los expertos recomiendan manejar la humedad del huerto en un índice cercano a la capacidad de campo —cantidad relativamente constante de agua que contiene un suelo saturado después de 48 horas de drenaje—, sobre todo en la etapa de crecimiento del fruto.
“Lo ideal es que el potencial hídrico, medido con bomba de Scholander, se maneje entre 0,7 y 0,9 megapascales, de modo que la planta no sufra estrés hídrico”, indica Giovanni Lobos.
Sin embargo, los expertos son conscientes de que no en todas las zonas del país se podrá realizar un riego adecuado producto de la sequía. De hecho, Giovanni Lobos comenta que producto de la baja oferta hídrica en muchos de los huertos ubicados en la Región de Coquimbo el riego se corta o disminuye a partir de enero, lo que en la práctica los hace más sensibles a sufrir con el golpe de sol.
En esos casos, una buena alternativa es mejorar la conservación de la humedad en los suelos, sobre todo en aquellos que tienen una infiltración baja, de modo que el agua pueda ser aprovechada por más tiempo y de mejor forma por las raíces de los árboles. Para ello se puede aplicar al suelo algún tipo de mulch orgánico, como paja, o material que ayude a aumentar el porcentaje de materia orgánica presente.
“Si bien esto, en alguna medida, puede dificultar un poco la cosecha, a la larga es muy beneficioso para el suelo y el árbol general. Además, puede ser determinante para evitar problemas como el golpe de sol”, indica Jean Paul Joublan.
Las otras formas de protección
Otra forma de proteger la plantación y la fruta del golpe de sol es acudir a herramientas específicas y de alto costo.
La más usada son los bloqueadores solares, los que generan una capa protectora sobre la hoja y el fruto, y que bajan su temperatura.
Estos productos, que en su mayoría están hechos en base a caolinitas, deben ser aplicados desde que comienzan a generarse las condiciones para el golpe de sol, lo que dependerá de la zona del país.
“Personalmente los que más me gustan son los que generan una película blanca sobre la planta”, dice Giovanni Lobos.
Los bloqueadores deben aplicarse 3 a 5 veces por temporada en dosis de 20 a 50 kg/ha.
Es importante considerar que su aplicación, en general, puede llegar a $300.000-$400.000 por hectárea. Por lo mismo, su utilización debería depender de la condición en que se encuentre la producción. Así, si esta se encuentra en grave riesgo de sufrir daño, su uso aparece como fundamental. Si el panorama es otro, es decir, el nivel de daño es acotado, tal vez se pueda prescindir de ellos.
Otra herramienta que eventualmente podría ser utilizada son las mallas raschel, que sirven para proteger al árbol de la luz solar.
Estas herramientas, que en la mayoría de los casos son de color oscuro, pueden ser ubicadas en el lado este de los cuarteles, que es la dirección por donde sale el sol en la mañana.
“De hecho, los principales daños de golpe de sol suelen darse en las mañanas, en la cara este de la planta, sobre todo en los meses de verano”, afirma Giovanni Lobos.
Sin embargo, los expertos aseguran que esto, en la práctica, podría ser económicamente inviable si se toma en cuenta la rentabilidad que rodea en la actualidad al negocio de las nueces.
“Para instalar estas mallas se requiere de una estructura y los nogales, en general, son árboles grandes, de más de 6 metros de altura. Para que esto sea viable, habría que cambiar la estructura del huerto, en cuando a su formación y densidad, y bajar la atura de las plantas, entre otras cosas”, advierte Giovanni Lobos.
Distintos daños del golpe de sol en nogal
El golpe de sol genera distintos grados de daño en el fruto de nogal. Los primeros son más superficiales y van desde un pequeño bronceado a la aparición de pústulas rojas.
“En los grados más avanzados, vemos necrosidad. No hay lignificación de la cáscara, por lo que esta se aplana. Esto, a su vez, genera daños en la pulpa del fruto, llevando a que este deje de ser comercial”, explica Giovanni Lobos.
Diferentes grados de golpe de sol. Crédito: Giovanni Lobos.