Señor Director:

Mi hija tiene diagnosticado déficit de atención desde los cuatro años, pero con esfuerzo y apoyo ha logrado cursar completa su educación básica y media. Sin embargo, hace unas semanas recibió la noticia de que el Demre había rechazado su solicitud de tiempo extra para rendir la PAES. La razón: en el certificado médico que acredita su déficit atencional no figura la dirección de correo electrónico de la consulta de la especialista tratante. Se envió este dato, pero aun así no se le asignó el tiempo extra solicitado, dado que la dirección no fue adjuntada en un documento oficial.

Resulta increíble que por una razón meramente formal una institución del Estado discrimine a una joven que requiere una ayuda concreta y simple, acreditada por un largo historial médico y por las instituciones educativas en las que estudia. La inclusión no puede depender de una mera decisión burocrática sobre la base de una formalidad, ignorando totalmente los elementos sustantivos.

Cuarto medio y la rendición de la PAES es un período intenso para los jóvenes, a lo que se suma la emotividad que conlleva el dejar el colegio que los ha acogido por años y enfrentarse a algo completamente nuevo. En este sentido, es increíble que el Demre falte a su deber de cuidado, a su discurso de inclusión y a la empatía por razones meramente formales, exponiendo a estudiantes que lo necesitan a una situación de alto estrés. Espero que esto se tome con seriedad y que no haya más jóvenes en el futuro que se tengan que enfrentar a la indolencia de una institución que, en teoría, existe para protegerlos.

Marta Labbé