Las declaraciones del presidente y CEO de Nvidia, la principal empresa estadounidense en producción de procesadores de alta sofisticación, respecto de la ventaja que China tendría sobre Estados Unidos en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), coinciden con una relevante corrección a la baja en los mercados bursátiles. Por meses han existido especulaciones sobre una posible burbuja en los precios de las principales compañías tecnológicas norteamericanas, y estas declaraciones parecen dar crédito a una visión más cautelosa respecto del valor futuro de las millonarias inversiones en materia de IA que están haciendo dichas empresas.

Para Jensen Huang, la ventaja de Beijing radica en su política energética, que incluye proveer de ingentes subsidios al uso de electricidad a compañías tecnológicas que requieren de esa energía en sus procesos y en el desarrollo de data centers. A eso se agrega la ausencia de regulaciones excesivas que, en su opinión, están bloqueando los desarrollos en Estados Unidos, en comparación con China, donde existiría más libertad para probar soluciones nuevas.

Ambas condiciones no pueden ser descartadas. China ha tenido históricamente una política de subsidios a insumos clave en industrias consideradas estratégicas. Dichos subsidios han apuntado tanto al costo de capital para algunos sectores como al de la energía para otros. Sin embargo, no es evidente que estas políticas de subsidio sean óptimas si no se demuestra la existencia de externalidades en el desarrollo de la IA. Por otro lado, el desarrollo de la inteligencia artificial ha llevado a un debate en Occidente, respecto de la velocidad de estos cambios y de los riesgos involucrados en ella, y mientras Estados Unidos evalúa algunos límites en la industria, China más bien los elimina.

Con todo, si bien la posición del CEO de Nvidia es llamativa, no deben perderse de vista los conflictos de interés que subyacen a su planteamiento. El gobierno de Donald Trump ha bloqueado las exportaciones de chips más sofisticados producidos por Nvidia, bajo el argumento de restringir el acceso de China precisamente a un componente clave para el desarrollo de la IA. La empresa, por el contrario, promueve la política de eliminar las restricciones, aumentando con ello la dependencia por parte de China de sus insumos más críticos. Es por ello que esta declaración de Huang puede más bien reflejar un esfuerzo para liberar a su compañía de las limitaciones que le impone Washington, antes que representar una visión general sobre el desarrollo de esta industria.