Señor Director:

El Ministerio de Medio Ambiente busca declarar sitios prioritarios por casi cuatro millones de hectáreas, equivalentes al 5% del territorio nacional, una superficie similar a toda la Región de Coquimbo. Recordemos que Chile ya cuenta con un 22% de su superficie bajo alguna categoría de área protegida.

El objetivo de sitios prioritarios y áreas protegidas es el mismo: resguardar formaciones vegetacionales. La diferencia es que en los sitios prioritarios el costo recae en sus propietarios, quienes deben enfrentar mayores restricciones. Esto preocupa al mundo rural, compuesto en un 99% por pequeños y medianos productores que carecen de recursos para participar en procesos técnicos o contratar asesorías ambientales.

Los agricultores somos, en los hechos, los primeros cuidadores de la biodiversidad: no solo trabajamos cada día con el suelo, el agua y los ecosistemas, y dependemos de ellos para producir alimentos, sino que amamos nuestra flora y fauna nativa. Por eso, imponer nuevas cargas sin diálogo ni compensación resulta injusto y contraproducente.

La Sociedad Nacional de Agricultura está abierta al diálogo, nos reunimos con el director del SBAP, Aarón Cavieres, y expusimos nuestras inquietudes en la comisión de Agricultura de la Cámara, buscando un enfoque equilibrado que compatibilice conservación y desarrollo rural.

El agro está plenamente disponible para aportar en la mejora de la normativa ambiental, pero para eso es clave disponer del reglamento de sitios prioritarios que mandata la ley, y que aún no existe. Proteger la naturaleza es un objetivo común, pero esa tarea debe construirse con diálogo, transparencia y corresponsabilidad.

Antonio Walker Prieto
Presidente Sociedad Nacional de Agricultura (SNA)