Señor Director:

Como Gobierno valoramos el aporte de la academia por visibilizar los continuos avances en el transporte público. En ese sentido, un reciente estudio concluye que Santiago concentraba buses antiguos y contaminantes en comunas de ingresos medio y bajo, y flotas más limpias en zonas de alto ingreso, según datos operacionales del 15 de mayo de 2024.

Desde dicha fecha, el sistema y su equidad territorial ha cambiado tan rápido como la incorporación de buses eléctricos en la ciudad, todo a partir de nuestra decisión de priorizar que la nueva flota se incorpore en comunas donde predominaban buses diésel antiguos.

Si en 2022 había 779 buses eléctricos, a la fecha del estudio se contaba con 2.476. Un año y medio después, han aumentado en 43%: tenemos 3.544 y se proyectan 4.400 a marzo de 2026. Todas estas incorporaciones se han hecho con una profunda mirada de equidad en la ciudad, dando de baja más de 4.000 buses Euro III y V.

Solo como ejemplo: Lo Espejo y Pedro Aguirre Cerda, comunas destacadas en el estudio entre las más expuestas a emisiones en 2024, los próximos meses superarán el 95% de la flota renovada con buses bajos en emisiones.

En cuanto a infraestructura, la ciudad se adaptó con efectividad. Si en 2022 se contaba con 10 electroterminales, en marzo de 2026 se tendrán 50, aportando resiliencia y cobertura.

La electromovilidad ha llegado para quedarse. Nos permite ser un sistema más eficiente en operación y mantención. Al mismo tiempo, ha permitido que el transporte público contribuya a los compromisos de carbono neutralidad, alcanzando su mínimo histórico en emisiones, ayudando a tener una ciudad más limpia, menos contaminada y más silenciosa, reduciendo 42% las emisiones contaminantes y 44% el ruido.

Definitivamente hoy Santiago es una mejor ciudad que el 15 de mayo de 2024.

Paola Tapia
Directora del Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM)