Señor Director:

Si se demuestra que la catástrofe de miles de chilenos sin luz es producto de que Enel no ha cumplido con sus obligaciones, ahorrándose plata a costa de la calidad del servicio entregado a los vecinos (parafraseando a nuestro gobernador metropolitano), entonces la discusión a tener no es si la distribución eléctrica debiese ser estatizada. En ese escenario, ¿quién fiscalizaría de forma independiente la gestión del Estado en caso de falta?

Al contrario, un incumplimiento de Enel confirmaría la falencia de la gobernanza actual del Estado en su rol fiscalizador, siendo más bien adecuado preguntarse cuál será el modelo adecuado para tener una correcta fiscalización de este y de otros servicios públicos.

Georges de Bourguignon Covarrubias