Señor Director:

Eugenio Tironi, en su columna de ayer en “El Mercurio”, “La sabiduría de Aylwin”, intenta un paralelo entre el manejo político del caso Honecker, en 1991, que evitó un quiebre en la coalición de gobierno, y la cautelosa reacción del Presidente Boric frente al decidido respaldo del PC al gobierno de Maduro.

Para un paralelo de verdad cabrían dos preguntas: si en el hipotético caso de que el actual gobernante venezolano recibiera refugio en un país cuyo embajador fuera del PC y Venezuela pidiera su extradición para ser enjuiciado en dicho país —ya sabemos que Aylwin actuó con coraje al conceder la extradición de Honecker solicitada por Alemania—, ¿qué haría nuestro Presidente?

Y la segunda, si un abierto defensor de un régimen dictatorial que vulnera los DD.HH. quisiera presentarse a un cargo relevante en una elección democrática y demandara el apoyo presidencial —nos imaginamos cómo habría actuado el expresidente Aylwin—, ¿qué haría nuestro Presidente? Ya tenemos la respuesta.

Carlos Williamson