Los últimos días, una serie de hechos violentos han afectado a recintos educativos, como el narcofuneral que canceló las clases en Valparaíso y una pelea en Puente Alto que dejó a ocho personas lesionadas. De hecho, con la vuelta a la presencialidad se han visibilizado constantes incidentes protagonizados por escolares, tanto en establecimientos como contra docentes o policías.

En medio del complejo escenario, los ministerios de Educación e Interior presentaron un documento para orientar a las comunidades en el manejo de situaciones de emergencia o peligrosas.

Según la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia, estos lineamientos son “para que los establecimientos puedan avisar a los actores correspondientes para que, por ejemplo, pueda haber mayor vigilancia en los días que van a haber este tipo de eventos (como lo de Valparaíso) y no se vea afectado el servicio educacional”.

Raíz del problema

No es novedad que entre las causas de la mayor violencia están las asociadas a la pandemia y una peor salud mental. Pero además, mencionan quienes conocen el sector de educación, hay un problema general de “normalización de la violencia”.

“Hay una pérdida de la disciplina y del sentido de autoridad que caracterizaba al sistema escolar (...). Hay un contexto de lamentable normalización de la violencia, que se vio con mucha fuerza en los últimos años y respecto del cual estamos pagando el precio”, asegura el exministro de Educación Raúl Figueroa.

Así, dice que es fundamental distinguir entre “cómo deben actuar los establecimientos frente a hechos de violencia y cómo el Estado toma medidas para evitar que los establecimientos sean rehenes de una violencia que, como hemos visto en algunos casos últimamente, es totalmente exógena al sistema”.

Por su parte, la también exministra Adriana Delpiano afirma que “hay unos establecimientos en que, efectivamente, se ha investigado que hay movimientos ‘anarcos' que han estado tomando contacto e incidiendo en los jóvenes”, y que hay “un cierto contagio, por decirlo de alguna manera, de conductas en que salir a la calle, sentirte un poco héroe, pelear con los carabineros, es de valientes”.

Los sostenedores

La alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro, también detecta un problema a nivel general con esta normalización: “Lo vemos en la televisión, y hasta en el Congreso hemos visto peleas (…) y eso no es un buen ejemplo para los niños (…). Qué les vamos a pedir a los niños, si es como si estuviéramos normalizando esta agresividad”.

A juicio de Cristóbal Lira, alcalde de Lo Barnechea, “los niveles de violencia que estamos viendo en los colegios son una expresión más de lo que ha ocurrido en Chile posestallido, donde se naturalizó y legitimó la violencia, además de los severos efectos que provocaron la pandemia y la ausencia de clases presenciales”.

La alcaldesa de Las Condes, Daniela Peñaloza, en tanto, postula que “no hemos visto señales desde el Mineduc para fortalecer las estrategias ni ha entregado las herramientas en materia de convivencia y bienestar”. Y por lo mismo, Germán Codina, alcalde de Puente Alto, llamó al ministerio, en EmolTV, a que salga “de las trincheras ideológicas” y avanzar en el tema.