Señor Director:

Hace algunos días se publicó en un informe del Ministerio de Salud (Glosa 05, sobre listas de espera No GES y GES retrasadas) que durante el 2021 fallecieron cerca de 40 mil personas esperando una atención, de las cuales más de 10 mil correspondían a pacientes con cáncer. Por otra parte, un informe recientemente publicado por el Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) describe que 14.680 pacientes oncológicos esperan algún tipo de atención, de las cuales el 55% corresponde al diagnóstico de la enfermedad y el 25,8% al tratamiento.

Esta es la dramática realidad que viven miles de pacientes y familias a diario en nuestro país por no tener acceso a especialistas ni a exámenes fundamentales para el estudio y tratamiento de esta dura enfermedad.

Como madre de un hijo que padeció un cáncer muy agresivo hace 3 años, viví en carne propia la angustia e incertidumbre que significa recibir un diagnóstico de cáncer en Chile. Afortunadamente llegamos a tiempo, algo que muy pocos logran, pero, aun así, luego de una exitosa cirugía, la recomendación fue ir al extranjero para optar a un tratamiento inexistente en el país, el cual, en el caso de salvar su vida, lo dejaría con un mínimo de secuelas. Desde ese momento tomé la firme decisión de trabajar para que todos en Chile, no importando su condición económica, tengan las mismas posibilidades de acceso a la mejor oncología. Es por ello que desde hace 2 años se creó la Fundación CARE, con el objetivo final de cambiar la forma en que enfrentamos y curamos el cáncer, con un énfasis en la colaboración entre lo público y lo privado.

Hoy se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer y es un buen momento para recordar a estos miles de pacientes que han fallecido o que actualmente esperan por una atención, así como plantear una serie de propuestas urgentes ante este gigantesco problema sanitario. Dentro de las soluciones que nuestro país debe adoptar a la brevedad, la principal debería ser un plan específico para la solución de listas de espera oncológicas GES y No Ges, con recursos para extender las jornadas en los hospitales públicos y para licitación de exámenes y tratamientos en la red privada; acelerar la formación de más especialistas (se requieren al menos 500 más de acá al 2030) y la incorporación de otros profesionales no médicos a la atención directa, así como continuar con el desarrollo de centros oncológicos en todas las regiones, tal como plantea la Ley Nacional del Cáncer. Muy importante, y también materia de la ley, es contar con un Registro Nacional de Cáncer.

Si bien todas estas medidas requieren una fuerte inversión del Estado y la contribución de otros actores de la sociedad, está demostrado que invertir en oncología genera finalmente beneficios sanitarios y económicos al país mucho mayores al gasto final en esta materia.

El cáncer es la primera causa de muerte en Chile desde el 2019 y la situación actual me hace pensar que este escenario solo tenderá a empeorar si no tomamos medidas urgentes. El cáncer ya no puede esperar más, por lo que hago un llamado a todo nuestro país para que, en ocasión de esta conmemoración, nos pongamos manos a la obra, en nombre de todos nuestros pacientes y sus familias.

Cecilia Bolocco Fonck
Presidenta Fundación Oncológica CARE