Señor Director:

En estos días, el cuerpo médico está presionando porque no se estarían aumentando en un 12% sus remuneraciones para el año 2023. Cabe señalar que dicho porcentaje de incremento se acerca a lo que es el salario líquido de muchos funcionarios de los grados más bajos.

En los últimos años las remuneraciones médicas han aumentado sin ningún correlato con la actividad hospitalaria. Dichos sueldos en el sector público están relacionados con jornadas que no siempre se controlan, con antigüedad, experiencia, pero jamás con resultados, impacto o satisfacción usuaria.

Para colmo y vergüenza, uno de los bonos que reciben los médicos se resuelve anualmente en una tómbola, dado que más del 90% de ellos obtiene siempre nota máxima en sus calificaciones. Quizás sea momento no solo de mejorar los salarios, sino que de una vez asociarlos a resultados. De no hacerlo, seguirá el sector hospitalario público realizando, como desde hace décadas, la misma cantidad de cirugías, egresos y consultas, con su correlato de interminables listas de espera.

Osvaldo Artaza
Decano Facultad de Salud y Ciencias Sociales
Universidad de Las Américas