Señor Director:

No cabe duda de que todos los nacidos son titulares de derechos en el sentido legal. El problema que se ha discutido en estas páginas (a propósito del feto con síndrome de Down) es si acaso un nasciturus es un sujeto moral y si en razón de eso debe ser también un titular de derechos.

Al abordar ese problema, el profesor Zegers incurre en dos errores.

Desde luego, parece confundir ser sujeto moral con ser titular de derechos. La primera característica (ser un sujeto moral) es una razón para lo segundo (para ser titular de derechos). Pero son cualidades conceptualmente independientes. Asignamos ciudadanía legal porque sabemos que el ente del caso es un sujeto moral. Si un ente cualquiera es sujeto moral, entonces es erróneo negarle los derechos. Luego la pregunta que hay que responder es ¿de qué depende ser sujeto moral o no serlo? Lo que he sostenido es que ello no puede depender de razones prudenciales (el interés personal de quien formula el juicio), porque ello supondría renunciar a la idea de moralidad.

El segundo error consiste en derivar de la ineficiencia de la reproducción humana una razón para justificar las prácticas eugenésicas. ¿No se advierte el peligro que supone esa forma de razonar conforme a la cual lo correcto es, sin más, imitar lo que ocurre en la naturaleza?

Carlos Peña