Señor Director:

Adhiero plenamente a las cartas del 22 y 23 del presente referidas a “Una justicia lenta que no protege”. Soy un ciudadano de 75 años que asumí como cierto el mensaje que contiene la página web del Poder Judicial, cuando dice que “… Su labor está destinada a otorgar a las personas una justicia oportuna y de calidad”. En el convencimiento de que esta Declaración de Principios sería una realidad, con fecha 25 de marzo de 2022 inicié una demanda para obtener la devolución de mi casa, actualmente ocupada por un arrendatario falto de probidad.

Con la publicación de la Ley 21.461 “Devuélveme mi casa”, fui uno se los arrendadores que confiamos en que al fin tendríamos la oportunidad de recuperar nuestras propiedades que se encuentran ocupadas por arrendatarios inescrupulosos. Inicié la demanda por no pago del canon de arrendamiento y hasta hoy lo único que he observado son acciones dilatorias del arrendador y del tribunal que impiden que la ley se cumpla. Arrendé con contrato notarial que incluye todas las especificaciones de pago y multas por mora, pero el tribunal no logra determinar el monto de la deuda y en consecuencia no emite orden de desalojo.

Espero que los legisladores que promulgan leyes se preocupen de controlar su cumplimiento, en caso contrario no habrá justicia.

Jorge Vargas Montenegro