Entre el 16 y el 19 de septiembre tuve el honor de representar al Presidente Gabriel Boric en la Cumbre para la Transformación Educativa de las Naciones Unidas, en Nueva York, donde presidentes y líderes mundiales se dieron cita para pensar el futuro de la educación.

Nos encontramos frente a un mundo en transformación que tiene desafíos importantes, como lo es el cambio climático, la persistencia de la desigualdad y la injusticia social, la emergencia de nuevas tecnologías y las transformaciones en el mundo del trabajo, y en este encuentro discutimos caminos para enfrentar estos acelerados y constantes cambios que vivimos como civilización.

Entre las materias que abordamos, esenciales para el desarrollo sostenible de nuestras sociedades, están el cuidado del medio ambiente, la perspectiva de género, la transformación digital, la ciudadanía activa y el cierre de las brechas de aprendizajes, entre otras. Cada una fue presentada entendiendo que la educación es un catalizador de transformación imprescindible para avanzar hacia sociedades más justas, equitativas y responsables con su medio ambiente.

Como Gobierno, proponemos un cambio de paradigma para responder a estos desafíos. Estamos convencidos de que debemos garantizar una educación equitativa para los y las estudiantes, independientemente de su condición social y cultural; reconocer la labor docente como un motor de transformación e innovación; promover la mejora de los establecimientos educativos a través de nuevas metodologías de enseñanza y evaluación; y promover un currículum que permita que las y los estudiantes aprendan según sus intereses y necesidades.

En esta tarea, la experiencia comparada y el intercambio de buenas prácticas será primordial. Por ello, siendo conscientes como Estado de nuestras virtudes y limitaciones, considero importante destacar el reposicionamiento de Chile a nivel multilateral, haciéndose presente de manera activa en las distintas instancias de coordinación regional e internacional.

Hace algunos días recibimos con satisfacción la confirmación de que Chile representará a América Latina en el Comité Directivo Regional de la Unesco (CDR), instancia creada para apoyar la implementación de iniciativas que contribuyan al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS), sobre educación inclusiva y equitativa a lo largo de la vida. El cambio de paradigma que proponemos va en línea con estas líneas de acción.

El diagnóstico sobre los cambios profundos que requiere nuestro sistema educativo está lejos de ser una consigna ideológica. Todo lo contrario. La transformación educativa es un llamado de carácter transversal y global a enfrentar los desafíos que nos presenta el actual contexto, impulsando el desarrollo pleno de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en las sociedades del siglo XXI.

Marco Antonio Ávila
Profesor y ministro de Educación