Señor Director:

Es increíble que en entrevista con “El Mercurio” el presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) diga que, debido a la entrada en vigencia de nuevos estándares de calidad en 2023, hay riesgo de cierre de 15 planteles de educación superior y que no entregue más detalles. ¿Qué pasará con sus estudiantes? ¿Y con los postulantes? ¿Es que el estándar de transparencia está en el suelo? Dice, además, que muchos programas de Pedagogía debieron cerrar, dado que no tenían estudiantes con puntajes de ingreso exigidos por ley, y que los mecanismos de financiamiento no están a la par con las crecientes expectativas de calidad del sistema.

Una lectura lineal de lo anterior concluiría que entregando mayor financiamiento a la educación superior se resolverían esos problemas.

Una lectura entre líneas, por el contrario, concluiría que ello no ocurrirá mientras la Ley de Transparencia y el control de la Contraloría General de la República no se aplique a los planteles de educación superior privados que reciban recursos fiscales; mientras la inmensa mayoría de los jóvenes que ingresan a la educación superior hayan sido formados en una educación parvularia y escolar de pésima calidad, especialmente la pública; mientras las autoridades no tengan la visión y coraje de priorizar en la educación inicial los mayores recursos que pudiera destinar el país, que tiene más pobreza que antes; mientras las facultades de educación sigan ignoradas en sus universidades; y mientras la Universidad de Chile siga negándose a tener una Facultad de Educación y a recuperar su señero y centenario Instituto Pedagógico.

Víctor Pérez Vera
Exrector de la Universidad de Chile