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Cartas
Jueves 14 de julio de 2022
Don Arturo Alessandri Besa
Señor Director:
A los 98 años ha fallecido Arturo Alessandri Besa, destacado servidor público, elegido senador por la región de Antofagasta en 1989.
Hace años escribió su libro de recuerdos “La fuerza del destino” (Santiago, El Mercurio/Aguilar, 2013). Utilizaba ese nombre de una ópera de Giuseppe Verdi, por su afición musical y por el peso de la historia, que llevaba inscrito en su propio nombre, como ilustraba un capítulo inicial: “Nacimiento en La Moneda”.
Don Arturo era un hombre de gustos e intereses múltiples: la política, el derecho, la ópera, los viajes, su familia. Ciertamente, también tenía un profundo amor por Chile. Quizá en ese sentido deba entenderse su candidatura presidencial de 1993, que los partidos de la derecha le solicitaron como fórmula de acuerdo en medio de una difícil negociación. Fue una campaña cuesta arriba, “atípica” le llamaba él, pero en la cual los candidatos al Congreso reconocían que el propio Alessandri llegaba a cada zona cargado de entusiasmo y energías positivas, pese a que se avecinaba una previsible derrota.
Por razones profesionales lo entrevisté años atrás. Hablamos de su vida como senador y de su trayectoria política —fue elegido diputado en 1973— y familiar. Comenzamos, como era obvio, por el “León de Tarapacá”. Años después, apareció como alumno en unos cursos que dirijo en el Centro de Extensión de la Universidad San Sebastián, sentándose cada miércoles en primera fila. Muchas veces, al saludarlo, preguntaba: “¿Quién es el tenor hoy?”, en clara alusión a su pasión por la música. Siempre generoso, agradecía las conferencias, en ocasiones hacía comentarios y disfrutaba cuando el tema era sobre Arturo Alessandri Palma.
Las conversaciones más personales eran una verdadera clase de historia. Hablaba del “León”, de alguna anécdota con Churchill, de la U. de Chile y sus estudios de Derecho, sobre su padre —el gran abogado Arturo Alessandri Rodríguez— y del “Paleta”, su tío Jorge. Ciertamente, también de la restauración de la democracia en 1990 y de aquel Senado del cual formó parte.
Con su partida no solo se marcha un gran hombre, sino también una etapa en la historia de Chile.
Alejandro San Francisco