Cartas
Viernes 14 de enero de 2022
La mujer 20
Señor Director:
Hoy vemos con esperanza un eventual avance en la eliminación de una de las principales barreras de acceso a la empleabilidad femenina en Chile. Me refiero al proyecto del Ejecutivo que busca eliminar el artículo 203 del Código del Trabajo. Hoy, este contempla que las empresas financien la sala cuna a sus trabajadoras solo en caso de tener a 20 o más mujeres contratadas, lo que es injusto y además regresivo. Cuando entra la “Mujer 20”, ella y todas las demás que tengan hijos hasta dos años “cuestan” alrededor de $300 mil más que un hombre con idénticas calificaciones.
La propuesta del Gobierno equipara el acceso al derecho de sala cuna para todas las trabajadoras dependientes o independientes, sin consideración del número de empleadas que tenga la empresa. Esto, apelando a la corresponsabilidad de todos los chilenos trabajadores mediante la creación de un Fondo Solidario que implica que un 0,1% de la remuneración imponible (tope de 60 UF) contribuya a que los niños de madres trabajadoras formalizadas tengan acceso a salas cuna sin costo para ellas. A las micro y pequeñas empresas el fondo aportará mensualmente $313.000 por niño en edad de sala cuna; a las medianas, $219.000, y a las grandes, $156.000.
La “Mujer 20”, esa que hoy implica un número que “carga a las empresas con sala cuna obligatoria”, necesita que nuestro Chile le dé oportunidades para salir a trabajar, sacar a sus hijos e hijas adelante y volver a tener esperanza de que sí se puede trabajar y ser madre a la vez. Porque “sin cuidado no hay trabajo”, esperamos que la eliminación del artículo 203 del Código del Trabajo sea una realidad esta vez.
Anne Traub
Directora de Fundación Niños Primero
Hoy vemos con esperanza un eventual avance en la eliminación de una de las principales barreras de acceso a la empleabilidad femenina en Chile. Me refiero al proyecto del Ejecutivo que busca eliminar el artículo 203 del Código del Trabajo. Hoy, este contempla que las empresas financien la sala cuna a sus trabajadoras solo en caso de tener a 20 o más mujeres contratadas, lo que es injusto y además regresivo. Cuando entra la “Mujer 20”, ella y todas las demás que tengan hijos hasta dos años “cuestan” alrededor de $300 mil más que un hombre con idénticas calificaciones.
La propuesta del Gobierno equipara el acceso al derecho de sala cuna para todas las trabajadoras dependientes o independientes, sin consideración del número de empleadas que tenga la empresa. Esto, apelando a la corresponsabilidad de todos los chilenos trabajadores mediante la creación de un Fondo Solidario que implica que un 0,1% de la remuneración imponible (tope de 60 UF) contribuya a que los niños de madres trabajadoras formalizadas tengan acceso a salas cuna sin costo para ellas. A las micro y pequeñas empresas el fondo aportará mensualmente $313.000 por niño en edad de sala cuna; a las medianas, $219.000, y a las grandes, $156.000.
La “Mujer 20”, esa que hoy implica un número que “carga a las empresas con sala cuna obligatoria”, necesita que nuestro Chile le dé oportunidades para salir a trabajar, sacar a sus hijos e hijas adelante y volver a tener esperanza de que sí se puede trabajar y ser madre a la vez. Porque “sin cuidado no hay trabajo”, esperamos que la eliminación del artículo 203 del Código del Trabajo sea una realidad esta vez.
Anne Traub
Directora de Fundación Niños Primero