Señor Director:

¡Es extraordinario el contraste entre dos columnas publicadas ayer en su diario!

Cristián Warnken formula la pregunta que nos hacemos muchas personas del amplio (y algo huérfano) centro político de este país: ¿qué explica la migración entusiasta de la izquierda (antes democrática) hacia la candidatura de ultraizquierda de Boric, dominada por el PC? Agrega Warnken: “El silencio de la centroizquierda o ambigüedad ominosa ante la violencia nihilista destructiva que asoló nuestros espacios públicos en octubre y noviembre de 2019… desnudó la falta de convicción democrática de políticos e intelectuales de ese sector”. ¿Qué más hay tras dicho silencio? ¿Terror, ansias de poder o convicción totalitaria íntima?

Enfrenta físicamente la columna de Warnken (quizás la mejor columna que ha escrito este intelectual extraordinario) a la columna de Eduardo Engel, un panfleto que resume, en forma liviana y sesgada, las “maravillas” del programa de Boric y las “tonteras” del programa de Kast.

Tres preguntas para Engel y algunos otros (muy pocos economistas destacados, como sí lo es Eduardo), inspiradas por Warnken: ¿Por qué su silencio frente a la violencia y el terrorismo promovidos por la coalición de Boric? ¿Por qué han cruzado tan entusiastamente la gruesa línea roja, el Muro de Berlín, caminando del oeste al este? ¿Aceptarán cargos en un eventual (pero improbable) gobierno de la coalición totalitaria?

Klaus Schmidt-Hebbel