Señor Director:

El domingo, en Reportajes de “El Mercurio”, se publicó una entrevista al senador Felipe Kast. Es importante lo que señala el senador, ya que sin duda no debe haber sido fácil la discusión interna respecto de definir la postura de su partido, Evópoli, para la segunda vuelta presidencial. No obstante, lo más destacable es cómo un político joven que tiene posibilidades de seguir creciendo en el campo público decide poner primero el interés del país antes que su propio futuro personal. Aquí es donde aparece la misma visión que siempre tuvo su padre, Miguel Kast.

Sin embargo, esta relevante postura contrasta lamentablemente con otras vistas días atrás, en figuras que fueron relevantes en el desarrollo de nuestro país, siendo incluso presidentes de la República, que han tenido una mirada distinta, colocando el interés partidista e ideológico ante la coyuntura que vive Chile. Me refiero al expresidente Ricardo Lagos, de quien se hubiera esperado una postura más de estadista, que sin duda muchas veces demostró, sin embargo, en esta oportunidad tan relevante ello no estuvo presente y pese a los innumerables ninguneos del propio candidato Boric, le dio su respaldo. Gran diferencia y gran lección, ya que uno hubiera pensado que un hombre de su experiencia tendría una postura diferente a la de un joven senador que aún puede crecer políticamente.

Qué diferencia, además, con el expresidente del Gobierno español, el socialista Felipe González, clave en el proceso político que vivió España entre los años 80 y 90 y que nunca ha abandonado sus posturas; sin embargo, ha sido tajante y se ha opuesto a los planteamientos refundacionales y extremos de Podemos, encabezado por Pablo Iglesias, muy similares al Frente Amplio de nuestro país. Qué diferencia, cuando es la nación y su futuro desarrollo el que se tiene presente y no una visión cuyo fin es una elección.

Miguel Bejide C.