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Cartas
Domingo 28 de noviembre de 2021
Agresión en Lo Espejo
Señor Director:
En su edición de ayer, Pedro Gandolfo entrega sus impresiones sobre la agresión de un grupo de activistas a José Antonio Kast en su visita a Lo Espejo y critica duramente las propuestas en materia de orden público. A diferencia del señor Gandolfo, que lo vio por televisión, fui observador presencial de los hechos.
En terreno, la presencia de la prensa y de Carabineros siempre causa la atención en los barrios, pero no fue sino hasta que llegó un grupo organizado de activistas, liderados por una concejal de izquierda, que la atención se convirtió en una protesta política. Pese a ello, lejos de fugarse, como señala el señor Gandolfo, la reunión con los vecinos de Lo Espejo se desarrolló por más de una hora en absoluta tranquilidad al interior de la casa, discutiendo sobre problemas de salud y también de seguridad. Al terminar, y previo al punto de prensa, la protesta se transformó en agresiones que, sin mediar provocación alguna, afectaron a periodistas y asesores. Precisamente para evitar consecuencias más graves a los vecinos y asistentes, se decidió suspender el punto y retirarse del lugar.
El domingo pasado, 6.300 habitantes de Lo Espejo votaron por Kast, la mitad de lo que obtuvo Gabriel Boric. Bajo la lógica del señor Gandolfo, para evitar este tipo de funas organizadas, deberíamos renunciar a la posibilidad de recorrer la integridad del territorio de Chile y solo quedarnos en aquellos lugares que nos aseguran tranquilidad. Bajo esa lógica, precisamente, millones de chilenos han sido abandonados a merced del narcotráfico y la delincuencia, o en La Araucanía, por ejemplo, subyugados a la impunidad del terrorismo.
Se equivoca el señor Gandolfo al afirmar que la propuesta de seguridad pública de Kast es reducir todo al uso de la fuerza estatal en contra de la población. Lo que se propone es una respuesta integral que, partiendo de la base de la recuperación del Estado de Derecho y del cumplimiento mínimo de la ley, pueda representar el sentir de millones de chilenos que hoy se sienten abandonados y hastiados de la delincuencia, violencia y narcotráfico.
Invito al señor Gandolfo a que deje la comodidad de su televisor y nos acompañe a terreno, a conocer la realidad que viven millones de chilenos. La única amenaza a la paz de Chile es que aquellos que amamos profundamente a nuestro país, sigamos aislados de la dura realidad de nuestros compatriotas y los abandonemos a la suerte de la violencia radical que se ha ido tomando calles y barrios.
Cristián Valenzuela Bustos
Equipo José Antonio Kast