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Cartas
Martes 09 de noviembre de 2021
$170 millones de millones
Señor Director:
Hasta antes del primer retiro, este era el monto aproximado que los chilenos teníamos ahorrados para nuestra vejez en el sistema de pensiones de capitalización individual. Fondos que, como pudimos comprobar, ahí estaban, y además a buen recaudo.
De ese monto, aproximadamente un tercio viene de nuestros aportes, y dos tercios, de la utilidad que este sistema ha generado en el tiempo, ganancia que es para los cotizantes. Esta ganancia es fruto de una gestión de inversiones excelente (y mejor aún, a un bajo costo, al comparárselo con los de gestores mundiales de reconocida trayectoria). Esto, además de los grandes beneficios que este sistema de pensiones ha traído a Chile al generar un mercado de capitales muy desarrollado, con financiamiento de largo plazo y tasas de interés más bajas, en beneficio de personas, familias y empresas.
También ha generado un gran impacto económico al favorecer la inversión y el desarrollo de empresas, y por ende más y mejores empleos, además de una mayor recaudación para el Estado.
Tan beneficioso ha sido este sistema de pensiones para promover el ahorro local que por años permitió financiar inversión con capital propio y no tener que depender de otros países u organismos, y accediendo Chile a financiamiento y condiciones propios de países desarrollados. Lo anterior sin perjuicio de que el actual sistema de pensiones puede (y debe) ser mejorado, ahora y en el tiempo. Sin embargo, y como fue advertido transversalmente, el frenesí de los retiros provocó un daño de magnitud al sistema de pensiones, con consecuencias que ya se dejan sentir: inflación, menores pensiones, fin de los hipotecarios a más de 20 años, aumento del costo del crédito, etcétera.
De aprobarse un cuarto retiro que derive en un desarme del mercado de capitales, el daño para Chile será enorme e irreversible. Conocido es el caso de Argentina, que hace años tuvo un sistema de pensiones similar al chileno, el cual fue desmantelado de a poco y por etapas, para quedar bajo control estatal, al final del cual los argentinos recibieron un “vale por” y sin garantía alguna de cuáles serán sus pensiones cuando jubilen.
Cuenta la historia que cuando un famoso ladrón de bancos inglés fue apresado, al preguntársele por qué había robado el banco, dijo: “Porque ahí está la plata”. Ojalá primen la integridad e inteligencia de nuestros políticos y rechacen el cuarto retiro, velando así por el bienestar de todos los chilenos, que es el fin último para el cual fueron elegidos.
Fernando Plaza R.