Señor Director:

Una izquierda es la que estamos viendo hoy, bastante básica, arrogante, muy juvenil, formada por superhéroes que creen y sienten que van a salvar el planeta.

Una izquierda oportunista, cortoplacista, ciega y de poco conocimiento, sin profundidad, poco intelecto y de mucha arrogancia y poca cultura.

La otra izquierda chilena es la que en estos días aparece callada, misteriosamente silenciosa. Esa izquierda culta y cultivada, representada por grandes políticos, y yo diría principalmente por el Presidente Ricardo Lagos.

Esa izquierda necesaria, democrática, sin autoritarismo, la que junto al centro y a la derecha le permitió a Chile ser mucho más grande, más próspero y sobresaliente, reconocido en todas partes del planeta.

La izquierda que supo gobernar con sus opositores y hacer pactos para mejorar la situación de pobreza como ningún otro país del planeta y en corto plazo. La de los grandes acuerdos que llevaban a Chile a superar el subdesarrollo con precisión y sabiduría.

La izquierda que no perdió el foco de las prioridades de Chile.

Tengamos esperanzas de que en este corto período preeleccionario esta izquierda culta y moderada llame al orden a los primeros y no permita que la vulgaridad, la ignorancia y la tontería puedan llevar a Chile a un retroceso que lamentaremos todos, principalmente los que aún sufren el flagelo de la pobreza.

Gonzalo Mardones V.