Señor Director:

Hemos escuchado esa frase entre las mismas personas que defienden la ley de despenalización del aborto. Argumentan que muchas veces una situación difícil y de vulnerabilidad hace que las mujeres tomen esa decisión. ¿No será mejor entonces que el Congreso y el Estado —que deberían garantizar el derecho básico del ser humano, como es la vida—, en vez de entregar como solución la opción de muerte, elaboren medidas de ayuda concreta para la situación en que se encuentran estas madres?

¿No será mejor apoyar a la madre en toda su necesidad y angustia en vez de optar por una ley que quita la vida a su hijo y afectará toda su existencia?

¿No será más lógico legislar para una cultura que respete ambas vidas?

“Nadie quiere abortar” es la frase que se repite, pero como sociedad ¿estamos trabajando para ello? ¡Qué triste sería dejar a nuestros hijos y nietos una cultura de muerte, de individualismo y descarte! La invitación es a construir un país cada vez más humano, donde nadie sobre y todos tengan cabida.

M. Teresa Serrano; M. Teresa Álamos;
M. Francisca Montalva; M. José Sánchez;
Marta Sánchez; Magdalena Urzúa;
Loreto Flores; Paula Schmidt;
Magdalena Ríos; Magdalena Devilat