Señor Director:

Este viernes ha fallecido Renán Fuentealba Moena, histórico dirigente de la Democracia Cristiana, partido al que lideró en numerosas oportunidades. También fue diputado y senador de la República, intendente de la IV Región de Coquimbo en los tres primeros gobiernos de la Concertación y una figura señera en la segunda mitad del siglo XX.

Me recibió generosamente en numerosas ocasiones en su departamento de La Serena, donde pudimos conversar sobre su trayectoria política y la historia nacional del último medio siglo del bicentenario. Así logramos preparar un libro que esperamos vea pronto la luz pública, que habla sobre su vida desde su nacimiento en Talcahuano en 1917, hasta su visión de la sociedad y la política actual, en gran medida porque siempre conservó una gran lucidez, buena memoria y capacidad de análisis.

Conoció la Falange en la década de 1930, llegó a la Cámara de Diputados casi veinte años después y en 1961 asumió la presidencia del PDC, que llegó al gobierno en 1964. Participó en numerosos acontecimientos relevantes de la historia nacional, años de sueños y divisiones, y pese a los dolores de su vida —como el exilio durante casi una década—, no conservaba resentimientos y trabajó con todos y para todos cuando le correspondió servir como intendente en la región que tanto quiso e hizo propia.

Ya habrá tiempo para hablar más largo sobre don Renán Fuentealba. De la política, la división nacional y los momentos de unidad, la búsqueda del desarrollo y la lucha contra la pobreza, las ideas que se cruzaron de lado a lado, las contradicciones que siguieron y las que fueron superadas. En momentos de cambio, don Renán representó una fidelidad política a su amor y sus ideas de juventud —seguía emocionándose con la Falange—, que tuvo momentos de triunfos y derrotas. Ahora, con justicia, puede descansar en paz: sus camaradas deben honrar a una de las figuras más importantes de su historia, mientras sus adversarios pueden reconocer su patriotismo y valor cívico dentro de las legítimas diferencias.

Alejandro San Francisco