¡Cuán presto se va el placer, Jorge! Me entero con júbilo creciente que mañana —29 de julio— enteras 90 años. ¡Albricias! Buen mes para nacer, fíjate que Neruda también nació en julio, claro que él era Cáncer y tú, amante de la lectura, Leo. El bueno de Nicanor Parra te habría inventado y regalado uno de sus Artefactos, algo así como: Fui, Jorge, a ver tu “Museo de cera”. Me recibió “El anfitrión”, pero había muchos “Convidados de piedra” y, entre ellos, una “Persona non grata” y “El inútil de la familia”. Gracias por la invitación…, amigo.

¡Noventa años! Cómo pasa el tiempo, Jorge. Me parece que fue ayer no más, en los 80, cuando me invitaste a tomar café junto a Mario Vargas Llosa, en el Drugstore de Providencia, a los pies de tu librería Altamira. Inolvidable. En las apretadas páginas de un libro guardé como recuerdo la cuenta de ese encuentro.

Vi una foto en donde apareces saludando a la realeza española cuando te dieron el Premio Cervantes de Literatura. Emocionante. Qué habría dicho Cervantes, ¿no? Te veías muy bien. Hablando de fotos, dónde iría a parar ese inmenso retrato que tenía Lafourcade en su librería de la Plaza Mulato Gil. Aparecían muchos “escribas sentados”, como Teillier, Enrique Lihn… Linda foto. Ojalá que no se te haya quedado en alguna embajada…

¡Felices noventa, colega!, y no te dejes abatir por los años, Jorge, sigue escribiendo, ¿ya?

Mentessana