Señor Director:

Mucha razón tenía John Stuart Mill en su ensayo “Sobre la Libertad”, cuando advertía de la tiranía del pueblo. La voluntad del pueblo significa “la voluntad de una porción más numerosa o más activa de pueblo”, pero eso —aclara Mill— no puede implicar oprimir a una parte de sí mismo, pues esa conducta es tan preocupante como cualquier otro abuso de poder.

Lo sucedido durante los primeros días de la Convención Constituyente, donde ha sido evidente el avasallamiento del sector mayoritario hacia el otro de menor representación, es una valiosa señal de alerta. No porque un grupo se arrogue la representación del pueblo quedará liberado de transformarse en un tirano.

Carmen Luz Assadi
Periodista