Hace 139 años, en la inhóspita sierra peruana, los 77 integrantes de la 4.ta Compañía del Regimiento Chacabuco decidieron entregar sus vidas cumpliendo una tarea militar de la República en las postrimerías de la Guerra del Pacífico, el 9 y 10 de julio de 1882, aun cuando era más fácil rendirse, entregar el poblado y esperar que fueran liberados al término del conflicto.
Eran cuatro oficiales, siete suboficiales y 66 soldados, chilenos de los más variados orígenes y lugares del país, mandatados para cumplir en territorio hostil y ante un oponente muy superior la misión que les fue conferida. Compatriotas que enfrentaron su cometido sin vacilaciones, asumiendo que la misión debía ser cumplida aún al costo de lo más preciado que cada uno podía ofrecer: sus propias vidas.
Todos ellos, con familia e historias que contar a su regreso a la patria, prefirieron no deshonrar su bandera, su unidad, sus familias y a Chile, y resistieron hasta el final. Esta entrega sin límite y la voluntad de vencer, aunque las circunstancias sean desfavorables, son las cualidades que han inspirado al Ejército de Chile en todas las acciones guerreras que ha enfrentado desde la Independencia, siendo el comportamiento de los valientes soldados que cayeron en La Concepción una prueba de ello. Estas cualidades también estuvieron presentes cuando Chile enfrentó las crisis con los países vecinos durante el siglo XX, ya que el Ejército defendería cada pedazo de tierra chilena con la vida de sus integrantes y, por supuesto, que inspiran a quienes hoy vestimos su uniforme.
La decisión de los valientes del Chacabuco de morir todos defendiendo la bandera no tiene parangón en la historia militar de Chile. Este hecho de gran bravura y convicción encuentra similitud en los 300 espartanos de Leónidas que murieron en las Termopilas, constituyéndose en una inspiración para la Grecia antigua.
En la convicción de que la patria está primero, está el origen de la entrega incondicional de los soldados a Chile y esta emerge solidariamente cada vez que se hace necesario tender la mano a nuestros compatriotas cuando la naturaleza —o un invisible enemigo como el que estamos enfrentando desde hace 16 meses— nos ponen a prueba.
En efecto, como es conocido, durante este largo período, miles de miembros del Ejército —hombres y mujeres que son parte activa de la sociedad que nos congrega, con sus mismas aspiraciones, preocupaciones y sueños— se han desplegado en todo el país para dar testimonio de su vocación de servicio a los demás, en este exigente desafío, con la misma convicción con que lo hicieran los héroes de La Concepción. A cada uno de ellos expreso mi inmenso orgullo y reconocimiento por su inspirador compromiso y ejemplar desempeño.
Como toda organización compuesta por seres humanos, el Ejército no es una institución perfecta y en su larga vida ha tenido luces y sombras, de las cuales tenemos el deber de aprender para proyectarnos en este siglo XXI, porque así lo demandan nuestros conciudadanos. Esta institución pertenece a todos los chilenos y todos somos responsables de hacerla más virtuosa, acorde a las necesidades de la sociedad.
Nos sentimos orgullosos de afirmar que el Ejército genera una efectiva movilidad social, ya que los jóvenes que ingresan como soldados a cumplir con su servicio militar pueden proyectarse vocacional y laboralmente en la institución continuando como soldado de tropa profesional o bien ingresando a la Escuela Militar o a la Escuela de Suboficiales, instancias donde solo el mérito de cada cual es lo que define su devenir profesional.
Jóvenes oficiales, suboficiales, soldados, cadetes y dragoneantes realizan el día de hoy, en todo el país, su juramento a la bandera y adquieren el compromiso de honor de servir fielmente a la patria hasta rendir la vida si fuese necesario. Se efectúa este día en recuerdo de los héroes de La Concepción, pero, también, de los héroes anónimos que en tiempos de paz y guerra, a través de su entrega y legado, han permitido forjar una institución que trabaja incansablemente por Chile y los chilenos.
Ricardo Martínez Menanteau
General de Ejército
Comandante en Jefe