En tiempos tan “recios” (al decir de Teresa de Ávila) como los que estamos viviendo, resulta muy alentador encontrarse con este documento elaborado por el PNUD-Chile (en conjunto con la Unesco) sobre una temática que nos es tan urgente y necesaria. ¿Cuál es esta? La ahora llamada “educación ciudadana”, pues, ¿se acordarán cuando teníamos como ramo obligatorio “educación cívica”? Entonces aprendíamos la separación de los poderes del Estado, la definición de ley y —de memoria— las funciones de todos sus componentes. Y no era malo, pero…
… ¡Ahora los tiempos son otros! El PNUD nos presenta 12 claves para fortalecer la educación ciudadana en el Chile actual. ¿Por qué? Pues porque ella es central para impulsar una democracia sólida e inclusiva, que fomente valores como la paz, la convivencia y la cohesión social, así como la capacidad de gestionar el conflicto y el disenso, y —a la vez— de alentar el pensamiento crítico y reflexivo, el cuidado del otro y del entorno que compartimos. ¡Así de vital es!
La tarea para nosotros, los profesores, es titánica, ¡pero no imposible! Veamos. Como bien reconoce el documento, las circunstancias para estas reflexiones son óptimas. Los avatares de la pandemia, los sucesos post 18/10 y la esperanza en la Convención Constituyente nos abren enormes posibilidades de conversar en serio de equidad, ciudadanía digital, igualdad de género, y de fortalecer los espacios democráticos al interior de los establecimientos educacionales, así como de profundizar el vínculo entre la escuela y su entorno, promoviendo la construcción de un “nosotros colectivo”. ¿Puras palabras bellas que se las lleva el viento?
No. Los chilenos(as) no lo hemos pasado bien este último tiempo y ello, indudablemente, nos ensancha la mirada y el sentido de urgencia. Tenemos hoy (no ayer ni mañana) la oportunidad de reencontrarnos en todo lo que tenemos en común (demasiadas cosas) y aprender a disentir con respeto, sin prejuicios ni mesianismos excluyentes. ¿Acaso no es la escuela un espacio de excelencia para alentar diálogos fructíferos? Una vez más, la Mistral nos da luces al respecto. La elquina, que se declaró a sí misma “hija de la democracia”, repetía a sus colegas: “Donde haya un esfuerzo en el camino que todos esquivan, hazlo tú”.
Educar es fundamentalmente dar herramientas para batirse en la vida con imaginación, ecuanimidad y sentido de bien común. Aunque me tiren las orejas, convoco a mis colegas profesores a que pongamos mucho más ñeque y creatividad en fortalecer —con nuestro propio ejemplo— estas habilidades, que en seguir “traspasando” conocimientos que hoy sabemos están en todas partes. Formar una ciudadanía tan activa y valiente como responsable y plural es nuestra prioridad. Estemos a la altura.