Señor Director:

Hemos sido aludidos respecto de nuestra reciente publicación, por lo cual aclaramos lo siguiente:

1. Los estudios internacionales publicados en las más prestigiosas revistas científicas no permiten respaldar (es decir, rechazan) la hipótesis de que la liberalización de la cannabis aumentaría el consumo de esta droga en menores de edad: a) revisión sistemática y metaanálisis de 41 estudios internacionales de M. Melchior et al. (BMJ Open, 2019); b) revisión sistemática y metaanálisis de 14 estudios de EE.UU., de A. Sarvet et al. (Addiction, 2018); c) estudio sobre la legalización en Uruguay, de H. Laqueur (IJDP, 2020), entre otros.

2. La evidencia global también muestra que no se observan efectos, a largo plazo, que sean significativos sobre la tasa de delitos violentos a partir de la legalización de la cannabis (R. Lu et al., JQ, 2019).

3. Durante la vigencia de la actual política de prohibición en Chile, el uso de la marihuana se ha más que cuadriplicado, pasando de 197.246 personas en 1994 a 891.647 personas en 2018, que declararon haber usado marihuana durante el mes anterior (F. Cumsille y A. Briones, 2021).

4. Las adicciones a las drogas legales (alcohol, tabaco) y a las ilegales (marihuana, cocaína, pasta base) destruyen el futuro de adolescentes y adultos, y causan muertes prematuras. Sin embargo, los efectos del consumo del alcohol y del tabaco para nuestros jóvenes son aún peores que los del consumo de marihuana.

5. En consecuencia, esperamos que los defensores de la continuación de la política actual de penalización de la marihuana inicien mañana una campaña de prohibición del consumo y de la producción de alcohol y tabaco en Chile.

6. Invitamos a una discusión seria sobre la experiencia mundial y chilena para evaluar, con respeto, las diferentes opciones de políticas públicas para nuestro país.

Francisca Florenzano
Klaus Schmidt-Hebbel