Señor Director:

Antiguamente, los bufones de la corte actuaban en banquetes y fiestas, divirtiendo a los asistentes con payasadas y comentarios a veces insultantes sobre los cortesanos. Se sabe que algunos bufones fueron expulsados de la corte por insultar demasiado a demasiada gente, como escribe Jaime Peñafiel, controvertido periodista español, en un artículo de 2015. En esa corte los bufones fueron vistos “con el desafecto natural a una profesión que, muchas veces, conducía a un favoritismo de baja estofa, germen de malas acciones, intrigantes y mordaces”.

Aunque el bufón, como institución de corte, murió en el siglo XVIII, Peñafiel afirma que actualmente han sido sustituidos por los políticos, “como estamos viendo estos días en cada uno de los programas de televisión, los políticos son los auténticos ‘bufones' de la corte. Nunca hasta ahora se habían visto tantas bufonadas protagonizadas por políticos. De la derecha, del centro y hasta de la extrema izquierda. Vergüenza da verlos hacer el ridículo, compitiendo entre ellos con el más difícil todavía arte circense. Afortunadamente, todo esto terminará el próximo 20 de diciembre. Algunos se avergonzarán, entonces, de haber hecho tanta bufonada para nada. Y los que ganen, mejor olvidarlas”.

No nos confundamos. Lo anterior se refiere a España.

Debemos recordar que Carlos Peña dijo lo mismo respecto de la participación de políticos en la televisión chilena, con lo que no estoy de acuerdo. Una razón tiene que ver con un tema importante: al revisar lo que los parlamentarios han dicho sobre los retiros de los fondos de pensiones, encontré al menos dos constantes. Nadie ha explicado cómo se evitará que, para quienes han retirado ahorros, las pensiones bajen, y casi todos parecen parlamentos de tragicomedias. No son graciosos.

Lo que se escucha de un ramillete variopinto de nuestros políticos, sobre todo en medios de comunicación y en propuestas de proyectos de ley, más que ofender a las personas, son un insulto a la inteligencia y dan más ganas de llorar que de reír.

Hugo Lavados Montes
Exministro de Economía