El Mercurio.com - Blogs : Impacto económico de las elecciones
Editorial
Miércoles 19 de mayo de 2021
Impacto económico de las elecciones
La actuación y señales de los incumbentes en los meses que siguen serán cruciales para determinar si se consolida o no el deterioro de las expectativas.
Importantes correcciones han experimentado —luego de las elecciones del fin de semana— los precios de diversos activos financieros, dando cuenta de un aumento sustantivo en la percepción de riesgo en la economía chilena. En efecto, la bolsa cayó casi 10% entre lunes y martes, acumulando un descenso de 18% desde mediados de abril. En menor medida, los bonos del Gobierno de largo plazo y el peso también tuvieron correcciones a la baja. Esta reacción no es sorpresiva. Refleja una visión negativa respecto del dinamismo de nuestra economía en el mediano plazo, que se suma a la referida mayor percepción de riesgo, fundada esta en el posible debilitamiento de la certeza jurídica que determina el quehacer del sector privado.
La actuación y señales de los incumbentes en los meses que siguen serán cruciales para determinar si se consolida o no el deterioro de las expectativas. En esto le cabe un papel sustantivo a quienes integrarán la Convención Constitucional, así como a todo el sistema político. Las aprensiones que hoy evidencian los mercados distan de corresponder —como algunos han querido caricaturizar— a una suerte de pánico ante un resultado electoral inesperado. Al contrario, programas y declaraciones de quienes fueron electos anticipan la voluntad de introducir cambios profundos en el papel que hoy cumple el Estado y de alterar principios e instituciones que han sido fundamentales para nuestro desarrollo. Si a ello se agregan la debacle sufrida por los partidos tradicionales, la consolidación de un polo de izquierda dura, la fragmentación de fuerzas y la irrupción de independientes organizados en torno a plataformas radicalizadas, las razones para la incertidumbre son evidentes. Por lo mismo, será de capital importancia para la evolución del escenario económico constatar la posibilidad o no de iniciar con rapidez la búsqueda de acuerdos que al menos acoten los temas en discusión, proveyendo certezas respecto de algunas materias. Dicho de otro modo, una indefinición que se prolongue por varios trimestres dificultará el dinamismo del mercado laboral, la contratación de personas y los proyectos de inversión en diversas áreas productivas, cuyas reglas aparecen hoy cuestionadas por sectores que integrarán la Convención. Si ha de existir un nuevo marco constitucional en materias económicas, es fundamental que este pueda conocerse con prontitud, especialmente considerando los efectos graves y persistentes que un alto desempleo significa para las familias.
En el corto plazo, en tanto, la responsabilidad recae fundamentalmente sobre el Gobierno y el Congreso. Las ayudas económicas que se discuten en la agenda de “mínimos comunes” deben ir en apoyo de las personas más afectadas por la imposibilidad de trabajar, junto con incentivar el empleo y evitar compromisos fiscales de alto costo. Por ello, la manera en la cual los distintos actores procesen estos resultados será clave para sostener la recuperación y disminuir la incertidumbre. En los últimos meses, buscando ganar el aprecio de la ciudadanía, el sistema político ha recurrido a soluciones populistas. La consecuencia ha sido un alto costo fiscal y la afectación de las futuras pensiones de los trabajadores, sin que, por cierto, nada de eso le haya traído rédito ciudadano, como lo confirman los resultados del fin de semana.
Un desafío particular de esta transición política es que ella se produce en un contexto de amplia liquidez global, con un alto precio del cobre y una gran disponibilidad de fondos para las personas. Por eso, mientras el riesgo inherente en la economía aumenta, el fenómeno puede darse en paralelo con un auge significativo del consumo. De este modo, bien podría instalarse la falsa percepción de que las incertidumbres propias de la discusión constitucional y las malas políticas no afectan las expectativas de crecimiento, inversión y empleo hacia mediano plazo. Las voces responsables dentro del sistema político y entre los futuros constituyentes tienen la delicada tarea de conducir este proceso, de modo tal que la recuperación de la economía sea efectivamente sostenible en el tiempo.