Señor Director:

Chile ha vivido en los últimos 18 meses situaciones sociales, políticas, económicas, sanitarias que nos asombran por lo sorpresivo de su aparición, lo inusitado en su profundidad, la diversidad de las reacciones, incluida la violencia; pero, por sobre todo, la incapacidad de la clase política para estar a la altura de tan compleja circunstancia. Constatamos un déficit político sin precedentes en tiempos cercanos.

Nuestra sociedad se debate entre una crisis institucional profunda, desconfianza extrema en las mismas y los actores políticos pegados en la inmediatez, en el corto plazo y la conservación del poder para sí mismos.

¿Qué nos depara para un futuro inmediato de continuar en esta cascada de desaciertos? Ni recuperación económica, y por tanto de los empleos, ni paz social, ni estabilidad política, ni gobernabilidad, solo dejarnos atrapar por la trampa de los ingresos medios y postergar, quizás hasta cuándo, el desarrollo social que nuestros compatriotas aspiran y anhelan.

¿Qué se requiere? Solo generosidad, poner a Chile primero, sentir la responsabilidad respecto del futuro de nuestros hijos y nietos.

En el sector político al que pertenezco, se debe aplicar a la hora de definir candidato presidencial. No es lógico, no es de sentido común, no es patriótico, no es sensato, que mi partido pueda decidir hacerse representar por dos candidatos. Es la hora de la unidad para enfrentar y prevenir posiciones extremas que nos amenazan. Unidad con liderazgo de sentido común, que es lo que de verdad sintoniza con la sociedad y con el común de nuestros compatriotas.

Generosidad y unidad es ahora.

Carlos Recondo L.
Exdiputado