Señor Director:

Muy valiosa la crónica acerca de la siniestrada Casa de Italia. Ella da cuenta de cómo una declaratoria realizada contra la voluntad del propietario puede llegar a este trágico final.

La sustentabilidad de los monumentos es un desafío pendiente que nos lleva a este cíclico déjà vu, donde si bien se logra “proteger” bajo la Ley de Monumentos un bien, no se consigue proyectarlo en el tiempo y, en muchas ocasiones, su destino es el mismo de la Casa de Italia, es decir, la crónica de una muerte anunciada.

Frente a esto, más allá de las diferencias que siempre existen, hoy el Gobierno tramita una indicación sustitutiva a la Ley del Patrimonio en la Cámara de Diputados donde se recogen aspectos que ya, francamente, no pueden seguir esperando y que es el momento de impulsar

La Casa de Italia pudo haber tenido un destino distinto si se hubiera optado por dialogar y en vez de “vencer”, “convencer”.

Óscar Acuña