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Editorial
Jueves 29 de abril de 2021
La pandemia y las vacunas
La conducta de las autoridades chilenas de poner el acento y los esfuerzos en la vacunación es el único camino que ofrece cierta seguridad a la población.
Hace exactamente un año, cuando ya Chile y el mundo habían tomado conciencia de que se estaba enfrentando una pandemia de una enfermedad nueva y desconocida, nadie podría haber predicho que en esta fecha se llegaría a superar el millón de contagios diarios en el mundo. Hoy ya existen vacunas, logradas en tiempo récord, pero los contagios han seguido aumentando, al igual que las muertes ocasionadas por el virus. La semana recién pasada, por primera vez se estuvo a punto de superar el millón de nuevos contagios en un día. La esperanza de la humanidad está, sin duda, en la efectividad de las vacunas, que, como lo ha podido demostrar Israel, es una fórmula cierta para detener la propagación de la enfermedad.
Chile es uno de los países con la mayor cobertura de vacunas, lo cual abre la posibilidad de que pronto se pueda considerar dominado el virus actual, si bien no debe olvidarse que es posible que nuevas variantes puedan eludir la acción inmunitaria de la vacunación. Los estudios sobre la efectividad de las vacunas han revelado que existen diferencias significativas entre los distintos preparados, pero las cifras dadas a conocer por el Ministerio de Salud indican que la vacuna CoronaVac, que se ha empleado en el 90 por ciento de los casos vacunados en Chile, es altamente efectiva en detener las peores consecuencias de la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud ha recibido todos los antecedentes de los estudios realizados con esta vacuna y la próxima semana debiera dar su veredicto en cuanto a su posible autorización.
El futuro de la pandemia aún no está claro, pues existen diversos escenarios posibles de muy diversas características. El mejor es que se sigan sumando países a la experiencia de Israel y gradualmente pueda ir disminuyendo la incidencia de la enfermedad. Quizá será necesario agregar pasaportes internacionales especiales para quienes hayan adquirido inmunidad, que serían los que podrían viajar, con lo cual el mundo se iría recuperando en los próximos años. Pero el peor escenario, que es imposible de descartar en estos momentos, es que el virus continúe experimentando mutaciones en aquellas regiones del mundo donde la transmisión sigue incontrolada, como en la India, y que las nuevas variantes puedan esquivar los anticuerpos preparados por la vacuna o por el virus actual. Se trataría, en la práctica, de un nuevo virus que podría aparecer de tiempo en tiempo y mantendría a todo el mundo, por largos años, en situación de alerta, con vacunas periódicas y distanciamiento obligatorio que impediría las reuniones masivas. Entre esos dos casos, especulan los científicos, se encontraría el eventual desarrollo de la pandemia.
Los virus corona que afectan a los seres humanos fueron descubiertos en la década de 1960 y muchos de ellos participan en la propagación de los resfríos. La experiencia inmunitaria de cada persona, en cuanto a haberse contagiado con otros virus corona, bien podría prepararla para hacer frente al virus corona que produce el covid y de ahí surgirían las diferencias de susceptibilidad a enfermarse con más o menos gravedad. Pero si bien existen algunas bases científicas para afirmarlo, casi todas las afirmaciones sobre la conducta del virus o sobre las reacciones del ser humano a su presencia son altamente especulativas. A fin de cuentas, nadie puede predecir con algún grado de certeza sobre qué habrá de ocurrir en un caso determinado o cuál será en definitiva la evolución general de la pandemia.
Entretanto, la imposición de cuarentenas sigue siendo controversial por la dificultad de mantenerlas más allá de breves períodos de tiempo. La conducta de las autoridades chilenas de poner el acento y los esfuerzos en la vacunación es el único camino que ofrece cierta seguridad a la población, aunque es necesario continuar subrayando la importancia de mantener las normas básicas de cuidado personal.