Señor Director:

Poco antes de que empezara la pandemia fuimos testigos de cómo un grupo de jóvenes paralizó la Costanera Norte para hacer carreras clandestinas. Siguen, en toque de queda, en cuarentena, de viernes a domingo, arriesgando a los usuarios de la autopista, a vista y paciencia de las autoridades. Hace un par de semanas, a mi esposa casi la sacaron del camino.

Se hace la denuncia. Carabineros se da una vuelta, las carreras cesan y vuelven en cuanto pasan las balizas. Esperan en una Copec pasado Santa Teresita, donde se juntan los espectadores y participantes.

No hay que ser Sherlock Holmes para poder desbaratar esto. Es cosa de pedirle a la autopista que entregue las patentes de los participantes. Si esto ocurre en cuarentena o toque de queda, se debe ir a la Copec o la casa de los participantes y pedirles que entreguen el permiso que tenían. Me imagino que de tener interés, Carabineros podría lograr desbaratar esto con cierta facilidad.

Esto no es un reclamo antojadizo. Es lo mismo con los fuegos artificiales de los narcos en Lo Barnechea. Resignamos nuestra privacidad a globos con cámaras, pero no se usan para evitar que varias noches a la semana se atormente a los vecinos y mascotas con ese ruido ensordecedor. Esto es como la teoría de las ventanas rotas. Si toleramos acciones ilegales y creamos un ambiente de que da lo mismo cumplir la ley, eso es lo que termina pasando.

Esperamos que Costanera Norte, Carabineros y la Policía de Investigaciones hagan su trabajo. La primera no puede contentarse solo con cobrarle el tag a quien arriesga al resto. Las policías tienen que exigirle colaboración, pues no es aceptable que el tag de la carretera sea permiso para exceso de velocidad. Estamos a tiempo de evitar una tragedia. Que no se diga “no lo vimos venir”.

Marcelo Mena
Exministro del Medio Ambiente