El peor de los tres escenarios proyectados por el Ministerio de Salud en diciembre pasado: esa es la situación a la que se acerca el país, a más de 13 meses de la llegada del covid-19 a Chile.

“Estamos viviendo un momento crítico en la evolución de la pandemia”, reconoce el ministro Enrique Paris, quien ayer realizó un informe presencial extraordinario para informar los 9.171 contagios registrados durante la última jornada.

La positividad de los exámenes también genera alerta, pues se mantiene en dos dígitos (ver infografía), y la ocupación de las unidades de cuidados intensivos permanece cerca de su límite, pese al incremento de plazas.

Según la cartera, en el caso de que Chile padeciera el más negativo de los escenarios modelados, con alrededor de 9.500 infecciones al día, el sistema de salud necesitaría más de 4.500 camas para evitar un colapso.

Paris afirma que “lo habíamos previsto y nos estuvimos preparando en este tiempo gracias al trabajo también de la Subsecretaría de Redes Asistenciales. Y esperamos que con el avance de la vacunación y con la conciencia que tiene que tener la comunidad, la población chilena, podamos ir disminuyendo las cifras”.

Respecto de si esto podría ser considerado el peak de la segunda ola, el secretario de Estado señala: “Yo espero que sí, pero es atrevido decirlo. Uno lo que observa, o lo que quiere observar, son tendencias, no una sola cifra de vez en cuando”.

¿Y las elecciones?

José Miguel Bernucci, secretario general del Colegio Médico, acota que “el aumento de casos se da en un contexto que, tal como ha señalado el ministro, era esperable, pero era esperable en un escenario catastrófico”.

Advierte que “si no logramos contener los casos rápidamente, existe una probabilidad que eventualmente podamos tener un mal escenario epidemiológico para la fecha de las elecciones propuesta por el Gobierno; eso es una probabilidad cierta”.

Bernucci critica que “estamos en un escenario de incertidumbre. Entonces, plasmar una fecha fija, sin un plan B, no toma en cuenta ese escenario de incertidumbre, y nos parece que es un error”.

Y si bien no es posible saber con exactitud cuál será el panorama para el 15 y 16 de mayo, el escenario podría seguir empeorando.

Tomás Pérez-Acle, director de Fundación Ciencia y Vida, postula que según cientos de modelamientos realizados, “podemos llegar a entre 10 mil y 12 mil nuevos infectados diarios, con un peak entre la segunda y cuarta semana de abril”.

Además, el biólogo, que se reunió esta semana con el ministro para presentarle los modelamientos, detalla que a este ritmo de contagios, a fines de la próxima semana se producirá un colapso de la red sanitaria, si las camas habilitadas se mantienen en las 4 mil existentes.

La única posibilidad de evitarlo y no superar con creces los 10 mil infectados, añade, “es que la cuarentena realmente funcione. Y para que funcione, según la literatura internacional, tiene que eliminar como mínimo el 60% de los viajes, siendo el óptimo eliminar el 80%. Con movilidades sobre el 40%, como pasa en Chile, es casi imposible disminuir el número de contagios al punto en que lo necesitamos”.

Mauricio Canals, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, advierte que la pandemia aún continuará en crecimiento durante la próxima semana. Agrega que “tener un peak con hasta 12 mil casos sería más que un desastre para Chile, e implica entrar en una medicina de guerra, no hay UCI que aguante. Yo proyecto que si uno quiere resistir adecuadamente esta pandemia, debiéramos tener unas 5 mil camas UCI. Esta es una situación realmente dramática”.

Positivos en cuarentena

Para Jeannette Dabanch, infectóloga del Hospital Clínico de la U. de Chile, es preocupante que los pacientes que están ingresando a unidades de cuidados intensivos son “gente joven que no tiene ninguna patología, o adultos de entre 50 y 59 años, que no tienen alguna patología importante o descompensada, pero a los que hemos visto llegar muy graves”.

Acerca de por qué las cuarentenas no han reducido la cantidad de casos, Dabanch explica que se debe a un conjunto de factores; entre esos, la circulación de variantes más contagiosas, el relajo de algunas personas y que se viene saliendo de los meses de más calor, donde la gente tuvo mucho más contacto.

Manuel José Irarrázaval, director del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián, ahonda en quienes se contagian hoy: “Yo veo mucha gente en la calle, muchos autos en las autopistas. No estoy nada de convencido de que la gente haya asumido seriamente que hemos llegado a un momento en el que tenemos que cuidarnos, escondernos del virus. La presencia de nuevas cepas también ha afectado mucho: tenemos más contagiosas. En esto no nos ha jugado favorablemente el tener una actitud flexible al abrir cierta parte del comercio, que si bien era algo necesario para mantener la sanidad mental y económica del país, ha sido transmitirle a la gente que la situación estaba más o menos controlada, y nos hemos relajado demasiado. También hubo mucha sensación de que con la vacunación teníamos la solución de la pandemia. Eso nos ha hecho mucho daño”.