Las cifras del último boletín de empleo del INE muestran que en el trimestre diciembre-febrero, la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral fue de 46%. Un lamentable descenso, producto de la crisis del covid-19, ya que durante una década este indicador fue subiendo hasta llegar a 53,3% a comienzos de 2020.
Pero la pandemia no puede ocultar el desafío que tenemos todos los chilenos por aumentar la presencia de mujeres en todos los ámbitos de acción, no solo para aspirar a la necesaria paridad de género, sino también para que la sociedad aproveche su enorme potencial.
La realidad muestra que la presencia femenina en el mercado laboral disminuye a medida que aumenta el nivel de responsabilidad. En el caso de las gerencias de primera línea, las mujeres ocupan solo el 20% de los puestos, y en los directorios la cifra se reduce a la mitad. Así lo mostró el año pasado el “Reporte de Indicadores de Género de las Empresas en Chile”, que elaboraron el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y el Ministerio de Hacienda, en colaboración con la Fundación ChileMujeres.
El número de mujeres en directorios luce más pobre si nos comparamos con el mundo. Cifras de la OCDE muestran que Chile solo supera a cuatro naciones en esta materia: Corea del Sur, México, Japón y Estonia, y estamos 16 puntos por debajo del promedio de esta organización, que es de 25,5%. En el polo opuesto se ubican Islandia, que prácticamente ha alcanzado la paridad de género en directorios, con un 45,9% de participación femenina; Francia, con un 45,2%, y Noruega, con un 40,2%.
No tiene sentido perder el capital humano de distintas mujeres que, con un alto nivel de preparación, aportan desde sus profesiones, experiencias y miradas. Profesionales que se distinguen por su liderazgo y que cuentan con capacidades relevantes para el futuro del país y las empresas: inspirar soluciones, motivar a los equipos, tomar decisiones de manera participativa, fijar expectativas y recompensas, empatía, inclusión y mayor orientación hacia las personas. Todos aportes que fortalecen el desempeño de una organización.
Esto lo dicen los estudios, pero también lo constatamos diariamente en nuestra compañía. Enel, nuestra matriz, ha sido distinguida por dos años consecutivos en el Índice de Igualdad de Género de Bloomberg. En Enel Chile las mujeres están ocupando puestos ejecutivos de relevancia, como la gerencia general de Enel X; las gerencias de Sostenibilidad, Personas y Servicios de Enel Chile y la de Planificación y Control, tanto de esta compañía como de Enel Generación. Ellas también están presentes en los directorios de Enel Distribución y Generación, son mayoría en el de Enel Transmisión y una mujer es presidenta del directorio de nuestra filial Enel Green Power Chile. Además, a partir de 2021, por primera vez en la historia de Enel Chile, tendremos mujeres entre sus directores.
Afortunadamente, son varias las compañías que han incorporado a muchas mujeres a su quehacer diario y, muy importante, a la toma de decisiones. Que una mujer llegue a un cargo en la más alta dirección no solo es positivo para reducir brechas y generar beneficios, como nuevos enfoques y mejoras en el clima laboral y la productividad, sino que también trae como consecuencia la contratación y promoción interna de otras mujeres.
Si bien la pandemia ha sido un retroceso en materia de inclusión laboral de la mujer, estoy convencido de que se trata solo de un tropiezo temporal. Su rol en la sociedad es clave y su mirada empresarial es muy relevante, sobre todo de cara al nuevo Chile que comienza a nacer.
Herman Chadwick Piñera
Presidente de Enel Chile