Señor Director:

La noche del martes mi padre, agricultor de la zona de Polpaico, sufrió un robo. Delincuentes se llevaron dos tractores y un camión en pleno toque de queda y cuarentena. Ya es segunda vez que le roban maquinaria en menos de un año y esto afecta también a muchos otros agricultores de la zona a quienes han robado de similar forma sus máquinas, máquinas que dan empleo, oportunidades y seguridad alimentaria para todo el país.

Ayer me levanté con una lamentable resignación, a la cual ya estamos acostumbrándonos. Pero al leer las cartas al Director con diputados y académicos debatiendo sobre cómo el Estado debería implementar ideas magníficas inspiradas en países como Finlandia, Alemania y otros, mi resignación cambia ya a incomprensión. ¿En qué país vivirán aquellos diputados y académicos? ¿De qué nos sirve idear y soñar con un Estado empresario/subsidiario/garante si actualmente el Estado no puede cumplir siquiera la condición más básica que se le pide, que es garantizar la seguridad de sus ciudadanos?

Domingo Ramírez Calvo