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Cartas
Miércoles 09 de diciembre de 2020
Cristianismo y nazismo II
Señor Director:
En política es necesario distinguir los principios o ideología del pragmatismo maquiavélico, entre los cuales suelen presentarse profundas contradicciones. Solo así se explican, por citar algunos ejemplos, el Pacto Ribbentrop-Molotov, que al poco tiempo tendría de enemigos acérrimos a sus firmantes, y el Tratado de París que sellara el paso hacia la Guerra Fría.
Dicho pragmatismo se observa también en la política interna de los países. En algunas ocasiones favorece el diálogo y, en otras, empuja a las naciones al abismo. Caso emblemático fue el de Kerenski y todos los que, voluntariamente o no, han seguido su ejemplo, pactando con partidos cuya ideología promueve la violencia, presos por la ilusión de que mayores privilegios saciarán a los extremistas de su hambre de poder total.
Es en el marco de la perspectiva pragmática que se explica el reconocimiento oficial de Hitler a la Iglesia Católica. Pero para saber realmente cuál era la relación entre nazismo y cristianismo y en qué hubiera terminado si, para infortunio de la humanidad, Hitler hubiese logrado sus objetivos, es necesario otro tipo de análisis. Hablo de un estudio de las premisas en que se inspira el nacionalsocialismo que, como siempre sucede con sus hermanos de ruta, los adalides del socialismo real, ha asfixiado por completo la libertad de culto cuando logra el poder absoluto.
Una fuente recomendable es la obra de Alfred Rosenberg, el ideólogo más importante del nazismo. Específicamente, en la lectura de “El mito del siglo XX” (incluido en el Índice de Libros Prohibidos por la Iglesia), pueden encontrarse los argumentos nazis en contra del cristianismo. De ellos se destila que, debido a las raíces hebreas de sus creencias, el cristianismo representa el triunfo de los judíos sobre los germanos. De ahí que, por motivos estrictamente raciales, necesariamente el nazismo hubiera destruido al cristianismo a la primera oportunidad.
Por último, no hay que olvidar que toda ideología inspirada en principios marxistas (y el nacionalsocialismo lo es) aspira a desplazar al cristianismo y transformarse en la nueva religión.
Vanessa Kaiser