Señor Director:

Como miembro de la Asamblea Constituyente de Ecuador que redactó una nueva Constitución, he seguido con atención el proceso chileno y quisiera aportar algunas reflexiones que pueden ser útiles para Chile. Al igual que vuestro país, en Ecuador esta nueva Constitución pretendió solucionar aspiraciones y problemas de todo orden, en miras de una mayor cohesión social.

Aprendimos con dolor que se llega a resultados muy peligrosos en relación con las expectativas creadas y lo que el país necesita. Nuestra Constitución terminó transformándose en un amplio catálogo de derechos sociales, los cuales no han podido garantizarse, trayendo frustración popular y profundizando además una mentalidad paternalista. Para mejorar la calidad de vida se necesitan gobiernos eficientes y políticos comprometidos con las reformas que se requieren. Y mantener ante la vida una actitud de esfuerzo personal con el apoyo de la colectividad, pero no de asistencialismo.

Fuimos testigos de cómo se frustró la aspiración de muchos ciudadanos de participar en la redacción de la nueva Constitución, lo cual era ciertamente una aspiración utópica. Finalmente fue el gobierno de turno y su mayoría política el dominador del proceso constituyente, con gran influencia extranjera de la izquierda radical venezolana y española.

Por último, nuestro proceso constitucional tuvo como consecuencia un fuerte debilitamiento del equilibrio e independencia de los poderes —esencial en democracia—, con un nuevo sistema de fuerte predominio presidencial, y elección de los diversos cargos importantes a su servicio. Incluso, la asamblea se constituyó como soberana y redactó leyes y reglamentos pasando por sobre el Poder Legislativo.

Chile es un país serio y me cuesta creer que sea capaz de horadar sus instituciones. O que en lugar de reformar lo que se necesita mejorar, se den cambios abruptos que destruyan lo positivo que el país ha construido. Aún están a tiempo para ponderar los riesgos mencionados y votar en conciencia, evitando seguir un camino que finalmente perjudique a su pueblo. Chile se merece seguir siendo un ejemplo en Latinoamérica.

Pablo Lucio Paredes
Economista y ex secretario nacional de Planificación de Ecuador