Señor Director.

Soy profesional de la salud hace 30 años. Por historial de trabajo pertenezco al grupo ingresos medios (Ciedess), próximo a una jubilación (que deberé postergar) algo mayor de $400 mil. Desde hace 15 años trabajo de forma privada, con compra de oficinas (hipoteca) y equipos actualizados (leasing). Hago pago religioso de AFP, Isapre, Fonasa, impuestos, sueldos. Mi casa aún tiene deuda hipotecaria.

Yo no sé de economía y tuve que elegir una “letra”, nada de valores de la bolsa y de fluctuaciones del mercado de acciones. Las AFP sí. Pero hay períodos en que mi fondo baja y pierde dinero, a pesar de mi aporte mensual y el pago por su trabajo.

Para toda profesión existe sanción si hay errores en el diagnóstico, planificación o ejecución de la tarea solicitada. Acá cero explicación, y eso que no les pregunto dónde invierten: en empresas responsables socialmente, medioambientales eficientes, si son inclusivas y un largo etcétera.

El dinero es mío, pero si retiro el populista 10% es el Apocalipsis financiero del sistema que funciona “perfecto” (mi fondo perdió sobre tres millones y yo aporté más de tres en los pasados 12 meses). Claro, yo no necesito retirar este 10%.

A los señores economistas les digo que la codicia es un pecado capital. No todo es dinero y negocio. La empatía es fundamental para nuestra sociedad, sobre todo para los que ahora necesitan apoyo económico.

Francisco de la Fuente Muñoz