Los chilenos viven principalmente en zonas urbanas. Hay más mujeres que hombres. Santiago es la ciudad que más ha crecido. Estas eran algunas afirmaciones que se hacían en julio de 1970, tras darse a conocer los primeros resultados del empadronamiento efectuado en abril de ese año.

“La población rural se mantiene relativamente estancada o presenta un crecimiento demográfico pequeño en los últimos diez años. A su vez, los sectores urbanos crecen con gran celeridad, absorbiendo a las personas que emigran del campo. Valparaíso y Santiago, cuyos datos definitivos aún no se conocen, dan muestras de estar saturadas en cuanto a número de habitantes”, informaba “El Mercurio”.

Según la Dirección de Estadísticas y Censos, el país se encontraba frente a un proceso de urbanización mucho más violento de lo previsto, cuya primera fase venía ocurriendo desde 1960 (habitantes en zona urbana 75,13 por ciento versus un 24,87 por ciento en zona rural).

Por otra parte, la entidad estimaba que la población chilena había crecido en los últimos años a un ritmo solo del 2,4 por ciento; probablemente, por una tasa de natalidad menor. “Para muchos, las expectativas de crecimiento no se cumplieron. Pero el mismo fenómeno ya se había detectado en los censos anteriores”, se leía en un editorial del diario. En efecto, al publicarse la cifra oficial se vio que en una década la variación fue de 7.374.115 a 8.884.768 habitantes.

Otro dato revelador fue el relativo al crecimiento de la capital. De hecho, fue la ciudad que registró un mayor número de habitantes (2.871.060), concentrando el 32,3 por ciento de la población total del país. Se agregaba que “el grueso del Gran Santiago vive en el área sur (La Florida y La Granja fueron las comunas que registraron un mayor aumento demográfico)”.

Respecto del crecimiento en regiones, hubo un aumento demográfico en Tarapacá “por el auge industrial experimentado en Arica”, y en Atacama, “debido a un mayor desarrollo de la minería”. En tanto en Aysén se desarrolló Coyhaique, y en Magallanes, “se registró un alza por la subdivisión de tierras, política que viene desde 1950”.